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viernes, 6 de diciembre de 2019

Lo que el viento se llevó. 80 aniversario.



Lo que el viento se llevó (1939) cumple 80 años y sigue siendo una de las grandes obras maestras del cine. La historia de amor entre Scarlett O’Hara (Vivien Leigh) y Rhett Butler (Clark Gable) en la época de la Guerra de Secesión es por todos conocida. Algunas de sus frases y escenas son las más recordadas de la historia del cine.

http://www.sensacine.com/peliculas/pelicula-27782/fotos/detalle/?cmediafile=21085432
Cartel de Lo que el viento se llevó.
Sensacine.

Margaret Mitchell escribió la novela durante su convalecencia de una lesión y el productor David O. Selznick compró inmediatamente los derechos para convertirla en película, aunque muchos le vaticinaran un rotundo fracaso.
https://en.wikipedia.org/wiki/Gone_with_the_Wind_(novel)#/media/File:Gone_with_the_Wind_cover.jpg
Portada de la primera edición
de Lo que el viento se llevó.
Margaret Mitchell.
Wikipedia.

Desde el primer momento fue un quebradero de cabeza y un gran gasto económico. Aunque el papel de Rhett Butler ya estaba adjudicado a Clark Gable, fue difícil conseguir que el actor pudiera incorporarse al proyecto.

Pero este contratiempo no fue nada comparado con el impresionante casting (más de 1.400 aspirantes) que se llevó a cabo para encontrar a la Scarlett O’Hara perfecta. De hecho, la película comenzó a rodarse sin saber qué actriz encarnaría al mítico personaje.  Se barajaban los nombres de Katherine Hepburn, Joan Crawford, Paulette Goddard o Carole Lombard.

Vivien Leigh aún era poco conocida y se la descartó por ser “demasiado británica” para interpretar a Scarlett. Pero la joven insistió a Myron Selznick, hermano del productor y agente de Laurence Olivier, pareja de la actriz, para que la representara también a ella.

http://www.sensacine.com/peliculas/pelicula-27782/fotos/detalle/?cmediafile=18824560
Escena del incendio de Atlanta.
Copyright D.R. De la web de Sensacine.
David Selznick presenciaba la impresionante filmación del incendio de Atlanta con una doble encarnando a la heroína de la historia, cuando Myron apareció con la pareja de actores y le dijo a su hermano:


-Ya conoces a Laurence Olivier. Ella es Scarlett O’Hara.

-Encantado de conocerla, señorita O’Hara- cuentan que respondió David tras mirarla durante unos segundos.

Al día siguiente, Vivien hizo varias lecturas de escenas y pruebas de cámara y Selznick escribió a su esposa para decirle que había encontrado a Scarlett O’Hara.

http://www.sensacine.com/peliculas/pelicula-27782/fotos/detalle/?cmediafile=19576486
Scarlett O'Hara y Rhett Butler viven una complicada historia de amor en Lo que el viento se llevó.
Sensacine.

Tres directores filmaron partes de la película, siendo George Cukor el primero en trabajar en ella, pero quedando acreditado como director solo Victor Fleming durante décadas. Cuando Victor Fleming fue contratado para dirigir Lo que el viento se llevó (1939) acababa de terminar El mago de Oz (1939). El director estaba tan cansado que tardó en incorporarse al rodaje de la superproducción de Selznick.

Varios guionistas trabajaron duro para conseguir reducir la novela de más de 1.000 páginas a un guión de cine con una duración aceptable, puesto que rodar con el primero, escrito por Sidney Howard, hubiese supuesto un metraje de más de seis horas.

taringa.net vista en https://blog.lopezlinares.com/2013/11/13/lo-que-el-viento-se-llevo/
Rodaje de Lo que el viento se llevó.
taringa.net y https://blog.lopezlinares.com

Se trataron temas polémicos, entre ellos la visión que se daba de los esclavos. Y hubo problemas entre el productor, el director y los actores. De hecho, Vivien Leigh y Olivia de Havilland no estaban de acuerdo con la elección de Fleming y siguieron preparando sus personajes en secreto con Cukor, lo que les hizo entablar una gran amistad. Con quien también tenía muy buena relación Olivia de Havilland era con Clark Gable, hasta el punto que fue ella la única que logró convencer al actor de que aceptara llorar en una de las escenas como le exigía Fleming y a lo que el galán se negaba pensando que estropearía su imagen. Pero quienes nunca consiguieron llevarse bien fueron Leslie Howard y Vivien Leigh, a pesar de las escenas románticas que tenían que rodar juntos.
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Leslie_Howard_%26_Olivia_de_Havilland_in_Gone_With_The_Wind.jpg
Leslie Howard y Olivia de Havilland
interpretan a Ashley Wilkes y su esposa Melanie,
 la otra pareja protagonista de Lo que el viento se llevó.
Wikipedia.

El estreno fue el 15 de diciembre de 1939 en Atlanta y la ciudad entera se engalanó para la ocasión, con baile de disfraces incluido. Más de 300.000 personas se congregaron para ver a los actores. Pero no todos los miembros del equipo estuvieron presentes. Algunos faltaron por diferentes motivos, pero fueron las leyes segregacionistas del estado de Georgia las que prohibieron la presencia de los actores afroamericanos. Clark Gable, al enterarse de aquello, amenazó con no presentarse en el evento. Fue, precisamente, Hattie McDaniel, quien interpretaba a Mammy, la que lo convenció de que asistiera.

https://es.wikipedia.org/wiki/Lo_que_el_viento_se_llev%C3%B3_(pel%C3%ADcula)#/media/Archivo:Gone_With_the_Wind_Atlanta_premiere_1939.jpg
El 15 de diciembre de 1939  se estrenó la película
en el Loew's Grand Theatre, Atlanta.
Dominio Público.

Por fortuna no se les impidió la entrada al Coconut Gorve del Ambasador Hotel de Los Ángeles, donde se celebró la 12ª ceremonia de los Óscar en febrero de 1940. Lo que el viento se llevó arrasó con sus trece nominaciones y sus ocho premios (a los que se sumaron dos honoríficos), entre ellos los de mejor película, mejor director (Victor Fleming), mejor actriz principal (Vivien Leigh) y mejor actriz de reparto (Hattie MacDaniel, primera actriz afro-estadounidense nominada y premiada). Clark Gable y Olivia de Havilland quedaron desolados al comprobar que no se habían llevado la estatuilla. Gable presentía que había sido su última oportunidad para lograrlo (aunque había ganado un Oscar en 1935) y Olivia de Havilland se escondió para llorar su desilusión porque aún no había conseguido ninguno (pero los lograría en 1947 y 1949).

http://www.sensacine.com/peliculas/pelicula-27782/fotos/detalle/?cmediafile=19906721
Las dos oscarizadas actrices en la famosa escena
en la que Mammy aprieta el corsé a una coqueta Scarlett.
Sensacine. Copyright New Line Cinema Productions.

Lo que el viento se llevó
ha seguido reestrenándose en numerosas ocasiones y continúa siendo hoy en día, si tenemos en cuenta la inflación, la película más taquillera de la historia y la de mayor recaudación.

viernes, 15 de noviembre de 2019

Celebraciones por el bicentenario del Museo del Prado.


El año pasado ya hablábamos aquí sobre la historia del Museo del Prado, jalonada de anécdotas y acontecimientos curiosos.

El 19 de noviembre de 2019 se cumplen exactamente 200 años de la inauguración del más importante museo español y se da por finalizado un intenso año de actividades conmemorativas. Éstas comenzaron con un acto especial el 19 de noviembre de 2018 y tres días de jornada de puertas abiertas. Pero siguieron otras iniciativas como representaciones teatrales, conciertos, conferencias,  publicaciones, homenajes, programas especiales de televisión y grandes exposiciones. TVE cambió el plató del telediario por una de las salas de Velázquez en el Museo del Prado y así repasamos los acontecimientos con Las Meninas como espectadoras de excepción.

Logo del bicentenario impreso
en el catálogo de exposiciones.

El 24 de noviembre se vivió una noche mágica ante las puertas del museo donde todos los presentes cantaron cumpleaños feliz al Prado, contemplaron una proyección de videomapping  y disfrutaron de los fuegos artificiales que cerraban el espectáculo de aquel intenso día.

Pero antes de llegar a esa espléndida fiesta la institución tuvo que enfrentarse con un importante reto: convertir una restauración urgente en una obra de arte. Se habían producido desprendimientos de fragmentos de cornisa del magnífico edificio de Villanueva y un estudio descubrió numerosas grietas que hacían imposible posponer las obras de reparación, con su correspondiente andamiaje. Para que el monumento no quedara deslucido se fotografiaron detalles de cuadros de Velázquez, Veronés y el Greco, entre otros, y se transformaron en 15 lonas gigantes que cubrieron los 11.000 metros cuadrados del monumento con las pinceladas de los grandes maestros que muestran sus obras en el interior de la pinacoteca.

Puerta del Museo del Prado cubierta por las lonas.

El 2018 estuvo repleto de ideas muy interesantes, como el micromecenazgo que, con una pequeña aportación, convirtió a todos los participantes en benefactores del museo y consiguió que se adquiriera el cuadro Retrato de niña con paloma de Simon Vouet, que se expuso junto al nombre de todos los donantes.

El programa De gira por España prestó durante un mes cuadros originales de grandes pintores a las Comunidades Autónomas, rememorando al Museo Circulante que acercó copias de obras maestras a diferentes rincones de España durante la primera mitad de la década de 1930. También se asemeja a este la idea de El Prado en las calles, proyecto que comenzó en 2015, y que desde entonces ha recorrido varias ciudades latinoamericanas exponiendo al aire libre fotografías a tamaño real de grandes pinturas del Prado. En 2019 estas copias se han trasladado por diferentes localidades españolas. En 2015 el museo sorprendió con la exposición Hoy toca el Prado donde los visitantes invidentes pudieron disfrutar de reproducciones adaptadas de las obras más importantes de la colección. El éxito obtenido la convirtió en una muestra itinerante que recorrió diferentes puntos del país.

Una decena de interesantes exposiciones se han llevado a cabo en el Museo del Prado este año del bicentenario.

Abría la programación El museo del Prado 1819-2019. Un lugar de memoria. Y continuaba con  Fra Angélico y los inicios del Renacimiento en Florencia y la ambiciosa Velázquez, Rembrandt y Vermeer, miradas afines que ha permitido que estos tres pintores, junto a otros, pudieran  compartir espacio expositivo mostrando las similitudes que les unen gracias al préstamo de un buen número de obras por parte del Rijksmuseum de Ámsterdam.

Información sobre la exposición en el folleto del bicentenario del Museo del Prado.

Novedosa ha sido Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana. Historia de dos pintoras que podrá contemplarse en el Prado hasta febrero de 2020 como homenaje a dos de las más importantes pintoras de la historia del arte occidental que se abrieron paso en una época en la que se dejaba en la sombra a las mujeres y se les negaba su capacidad creativa.

Información sobre la exposición en el folleto del bicentenario del Museo del Prado.

Y cerrará este ciclo de exposiciones Solo la voluntad me sobra. Dibujos de Goya con más de 300 obras del genial pintor que se inaugurará el mismo 19 de noviembre de 2019, que también será jornada de puertas abiertas para celebrar el verdadero día del cumpleaños del Prado.

Información sobre la exposición en el folleto del bicentenario del Museo del Prado.

Y si en los inicios del año de celebraciones vimos el telediario de TVE desde el Prado, durante todo el mes de noviembre de 2019 disfrutaremos de una programación especial en la 2. Lo más destacado será el estreno de 200, una serie documental de cuatro capítulos donde se nos mostrará la colección desde dentro, cuando la pinacoteca cierra sus puertas, y donde aprenderemos muchas cosas sobre sus obras y comprenderemos que el museo es de todos.

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Museo_del_Prado_(Madrid)_15.jpg
Galería central del Museo del Prado.
Fuente: Flickr   Autor: losmininos.

Nota: pocos meses después, el Museo del Prado tuvo que cerrar sus puertas, como otros muchos en el mundo. En el verano de 2020 volvió abrir con una exposición renovada que recordaba sus orígenes para este Reencuentro.

domingo, 27 de octubre de 2019

El mago de Oz. 80 aniversario.


A nadie habrá pasado desapercibido que en este blog nos gusta recordar efemérides de distinta índole y que solemos hacerlo con números redondos. Esta vez hablaremos de películas que han marcado la historia del cine. Podríamos mencionar muchas que están de cumpleaños “redondo”,  pero vamos a centrarnos en dos obras maestras del séptimo arte que cumplen 80 años y están dirigidas por Victor Fleming: Lo que el viento se llevó y El mago de Oz.

El año 1939 dio películas maravillosas como Cumbres Borrascosas (William Wyler), La Diligencia (John Ford), Ninotchka (Ernst Lubitsch), Solo los ángeles tienen alas (Howard Hawks), Caballero sin espada (Frank Capra) o Esmeralda, la zíngara (William Dieterle). Todas ellas están de aniversario, pero en esta ocasión hablaremos de El mago de Oz.



De MGM - http://www.posterwire.com/wp-content/images/wizard_of_oz.jpg, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=3383511
Cartel de El mago de Oz.
De MGM. Dominio público. 

El argumento, basado en la obra de Lyman Frank Baum, cuenta la historia de la pequeña Dorothy de Kansas que se ve transportada a Oz por un tornado y su periplo para regresar a casa. Allí conoce a brujas buenas y malas, se calza unos zapatos de rubí y sigue un camino de baldosas amarillas. Mientras se dirige hacia la Ciudad Esmeralda en busca del mago de Oz, el único que puede devolverla a su hogar, conoce a un león cobarde, a un espantapájaros sin cerebro y a un hombre de hojalata sin corazón que se convierten en sus amigos.

https://en.wikipedia.org/wiki/The_Wonderful_Wizard_of_Oz#/media/File:Cowardly_lion2.jpg
Ilustración de la primera edición de "El maravilloso mago de Oz" (1900)
escrito por  L. Frank Baum e ilustrado por W.W. Denslow.

El mago de Oz tuvo una preproducción larga y complicada en la que participaron varios directores y 14 guionistas. El rodaje, con jornadas maratonianas,  no estuvo exento de problemas. Judy Garland era mayor que su personaje, por lo que tuvo que soportar un corsé que disimulara sus formas de adolescente. El resto de los actores no se libraron de intoxicaciones e infecciones debido a la pintura que tenían que utilizar en sus caracterizaciones, como  le ocurrió al hombre de hojalata (Jack Haley) con la pintura plateada que lucía y a la bruja del oeste (Margaret Hamilton) con el maquillaje verde que tenía que aguantar y las quemaduras que sufrió en una de las escenas con fuego que la obligaron a permanecer varias semanas hospitalizada.

Muy escandaloso fue el comportamiento de los intérpretes que daban vida a los Munchkins, más de un centenar de figurantes que se emborrachaban, se iban de juerga y solían acabar en comisaría. Fueron acusados de acosar a sus compañeras y el calificativo más suave que recibieron fue el de “procaces”. Ellos siempre lo negaron.

https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:The_Wizard_of_Oz_Judy_Garland_1939.jpg
Dorothy en Kansas.
Tras el preestreno de la película hubo que cortar algunas escenas porque a los directivos les parecía que la bruja del oeste daba demasiado miedo. El público asistente pidió que se eliminara también la canción Over the rainbow por considerar que ralentizaba el ritmo de la narración, a lo que los responsables del film se negaron en rotundo, muy acertadamente.

A pesar de las dificultades, el resultado fue sorprendente e innovador. La parte de la película que transcurre en Kansas está rodada en blanco y negro por el director King Vidor, para transformarse en un brillante tecnicolor cuando Dorothy aterriza en el mundo mágico de Oz ya a las órdenes de Victor Flemming. Los efectos especiales, en una época en la que eran artesanales, estaban tan logrados que les valió una nominación a los Oscar en dicha categoría.

https://www.flickr.com/photos/tom-margie/3087835938
Dorothy con sus nuevos amigos siguiendo el camino de baldosas amarillas
 que los lleva a la Ciudad Esmeralda. Esta parte se rodó en tecnicolor.

El estreno oficial de El mago de Oz fue el 25 de agosto de 1939. Aunque cosechó menos éxito del esperado, la recompensa a su calidad artística llegó con las seis nominaciones a los Oscar de 1940. Se llevó dos estatuillas: a la mejor banda sonora original y a la mejor canción original por la inolvidable Over the rainbow de Harold Arlen y E. Y. Harburg.

El mago de Oz ha ido ganando prestigio con el tiempo y, aunque en la actualidad los films estén plagados de efectos digitales sorprendes, no alcanzan la magia de esta fantasía que se encuentra entre las mejores películas de la historia del cine.

Una curiosidad más. Si buscamos en google El mago de Oz veremos a la derecha de la pantalla los zapatos rubí que calzaba Dorothy y nos llevaremos una sorpresa si pinchamos sobre ellos…




sábado, 28 de septiembre de 2019

Diario de viaje: Florencia y Pisa VII. Recorrido nocturno y reflexiones sobre el arte.


Lee también Diario de Viaje: Florencia y Pisa. Parte I (una marquesa imaginaria con miedo a volar), parte II (el Duomo sin Síndrome de Florencia), parte III (David, la Galería de los Ufizzi, la Capilla Medicia), parte IV (el David original, una torre robada y el atardecer en el Puente Vecchio), parte V (otro David, la leyenda del patrón y visitando a los genios en Santa Croce) y parte VI (interior del Duomo, el Palacio Vecchio y ¿cómo he llegado a un pleno del Ayuntamiento?)

Los glamurosos.

Esa noche nos entretuvimos más de lo previsto en las tiendas de souvenirs, buscando alguna figurita del duomo que unir a nuestra colección de postales y calendarios que habíamos comprado en las tiendas de los museos y en los numerosos mercadillos que nos tropezábamos en nuestro recorrido hacia los monumentos.  Los mismos músicos de la tarde anterior ambientaban la Plaza de la República con las mismas canciones que habíamos oído.

El Duomo destaca inconfundible en la silueta de Florencia.
De camino hacia el puente Vecchio nos encontramos “cruzando a la italiana” ante Mercedes, Audi y otros lujosos vehículos por el estilo, contemplando las ropas exclusivas de los ocupantes y criticando los altos tacones de las distinguidas damas que paseaban su aristocracia por el difícil empedrado del centro histórico de Florencia.

Palacio Vecchio con la estatua de Perseo. Centro histórico de Florencia.

Llegamos algo tarde a nuestra cita con el Puente Vecchio al atardecer, ya era casi de noche cuando nos sentamos en la acera y escuchamos al músico español con sus mismas canciones.

La oscuridad tras el puente.

Decidimos pasar al otro lado del puente para contemplar los exteriores del Palacio Pitti. El camino fue largo, solitario y oscuro. La mala iluminación, la suciedad de las calles, los comercios cerrados y la soledad que reinaba a las ocho de la noche eran suficientes para entristecerme y hacerme sentir insegura.

El palacio Pitti es una monumental “mole” de piedra tallada en gruesos y toscos sillares. No dudo que el interior sea precioso, pero el exterior no me gustó nada, o quizá fue mi ánimo predispuesto por la oscuridad reinante en tan vasto espacio, el que me causó mala impresión.

Palacio Pitti.


Casa de Dante.
Después volvimos a cruzar el puente Vecchio, ahora desierto, para adentrarnos entre las calles hasta descubrir la casa de Dante. Un pozo, una placa y una torre, señalaban el lugar donde había vivido tan ilustre personaje.

Para compensar el cansancio acumulado acudimos de nuevo a cenar al “Totó” y después fuimos a la heladería “Crom”, un establecimiento donde una nutrida cola esperaba su turno para degustar el verdadero gelato italiano.

Vista nocturna del campanile.
Tras eso nos sentamos en uno de los bancos que acompañan al duomo, observando el campanile a modo de despedida. Mirando la hermosa plaza comencé a preguntarme si con el paso del tiempo, cuando otra civilización no judeocristiana tuviera la primacía en el mundo, aquello se conservaría. Cuando las iglesias ya no significaran nada, los campaniles fueran simples torres que apuntan al cielo y las madonas unas desconocidas, cuando nadie apreciara  la elegancia y magnificencia del David de Miguel Ángel o la maestría de Botticelli, entonces ¿lo conservarían o  lo dejarían perecer bajo el peso de los siglos? Dije en voz alta que me temía que todo aquello se perdería, pero Eva y Antonio no estuvieron de acuerdo conmigo, ellos estaban convencidos de que todo seguiría allí y continuaría siendo apreciado por cuantos vinieran tras nosotros, aunque no tuvieran nuestra misma tradición cultural.

Copia del David de Miguel Ángel.
Mientras nosotros nos despedíamos de la plaza del duomo unas turistas americanas llegaban, almohada en mano, tirando de sus pesadas maletas. Fue un espectáculo extraño verlas caminar por Florencia con unas almohadas más grandes que los bultos que acarreaban, convencidas, por alguna razón, de que sería un objeto imprescindible en su viaje.

Ciento ocho.
De camino al hotel nos encontramos un grupo de barrenderos dispuestos a adecentar las calles. Fue la primera y única ocasión en que los vimos.

Cuando llegamos al hotel nos encontramos con el desagradable recepcionista de la primera noche. No parecía dispuesto a hacernos ningún caso, pero Antonio se acercó hasta él y le pidió las llaves de nuestras habitaciones.

-Non capisco- dijo con tono antipático.

- La habitación ciento ocho.

-Non capisco.

-Ciento ocho- repetimos más despacio marcando cada sílaba.

-In english or italian.

-Chiento oto…

- No…

- One hundred and eight.

-¡Oh! Centotto…

¡Oh! ¡Qué sorpresa! ¡Qué gran diferencia! Lo miré enfadada y cogí la llave sintiendo que se había burlado de nosotras. Al llegar a la habitación las migas de pan continuaban en el suelo y las “toallas” seguían siendo las mismas.

Santa María Novella.

Cerca del hotel y de la estación de tren estaba la iglesia de Santa María Novella. Desde el primer momento en que supe de su existencia me agradó su nombre, me hacía sonreír pensando que podría ser la patrona de las novelas, pero evidentemente, “novella”, en italiano significa “nueva”.

La plaza estaba relativamente despejada, exceptuando un autocar de turistas madrugadores que se fotografiaban con los obeliscos que adornaban el lugar. Eva se fijo que cada obelisco estaba sostenido sobre cuatro tortugas de hierro que soportaban el peso estoicamente. Sin duda, aquello debía tener un significado, pero lo desconocíamos.

Tuvimos que acceder a la iglesia por una pasarela de madera sobre las baldosas del patio y nos cobraron la entrada completa, a precio considerable, a pesar de que las más importantes obras se encontraban en préstamo en aquellos momentos.

Fue la última iglesia de Florencia que visitamos antes de subirnos en el tren que nos llevaría hasta Pisa.

Fachada de Santa María Novella con una de las tortugas en primer término.


jueves, 29 de agosto de 2019

El evento Carrington o la gran tormenta solar de 1859.



La mañana del jueves 1 de septiembre de 1859, el astrónomo aficionado Richard Carrington, estaba trabajando en el observatorio londinense cuando descubrió unas manchas solares mucho mayores de lo normal, de ellas salió una llamarada gigantesca acompañada de eyección de masa coronal. Desde otro observatorio, el también astrónomo, Richard Hodgson, presenciaba la misma escena. Aquella violenta tormenta solar alcanzaría la Tierra de pleno solo 17 horas después convirtiendo al resto de la humanidad en testigos involuntarios de sus consecuencias. Este mes de septiembre se cumplen 160 años de lo que conocemos como evento Carrington.

https://pixabay.com/es/images/search/tierra+planeta/

Ya hemos hablado aquí de fenómenos naturales que afectaron nuestro modo de vida y que, a veces, también tuvieron alguna repercusión positiva. Y es que, a menudo, el hombre parece olvidar que el planeta y el cosmos tienen sus propios ciclos, que no se han detenido por la presencia humana.

Por ejemplo, el viento solar es un fenómeno que nos afecta continuamente y lanza sobre la Tierra gran cantidad de partículas. El escudo magnético del planeta, el cinturón de Van Allen, se deforma, absorbe el impacto y sus radiaciones, desvía las partículas a las zonas polares, recupera su forma y la radiación se visualiza como una aurora boreal.

Pero en 1859 se produjo la mayor tormenta solar que ha sufrido la humanidad hasta el momento. Con la violencia de la eyección de masa coronal, el Sol lanzó al espacio una radiación masiva y la Tierra estaba justo en su trayectoria. Al chocar contra el escudo magnético lo deformó de tal manera que sus 60.000 km de altura se aplastaron hasta convertirse solo en 7.000 km y se estiró por la parte posterior creando un efecto rebote al volver a su forma original. Aquello produjo una enorme cantidad de descargas eléctricas que recorrieron el mundo y dañó nuestra incipiente tecnología: las pocas redes eléctricas que existían se incendiaron, los telégrafos de Norteamérica (que habían comenzado su actividad en 1843) y Europa soltaron chispazos y se paralizaron, el papel que estaba dispuesto para transcribir los telegramas ardió y los operarios que trabajaban en aquellos momentos sufrieron descargas y quemaduras.

NASA - http://sec.gsfc.nasa.gov/popscise.jpg
Representación de la tormenta solar de 1859
azotando la magnetosfera terrestre.
Nasa. Dominio público.

La gente observaba asombrada un fenómeno que la mayor parte de ellos desconocía: las auroras boreales. Aquel día y el siguiente las auroras boreales pudieron verse hasta cerca del ecuador, en ciudades como Madrid, Roma o La Habana. La prensa de la época se hizo eco de que llegaron a iluminar los cielos con tal intensidad que podía leerse el periódico durante la noche y que, incluso, los mineros de las Montañas Rocosas de Estados Unidos se levantaron y desayunaron para ir a trabajar convencidos de que ya había amanecido. Un par de días después la radiación sobrepasó la Tierra y todo volvió a la normalidad.

De Richard Carrington - Page 540 of the Nov-Dec, 2007 issue of American Scientist (volume 95), Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=4004005
Manchas solares dibujadas por
Carrington el 1 de septiembre de 1859.

Esta no fue ni la primera ni la última tormenta solar que afectó al planeta, pero sí la más intensa de los últimos 500 años, según las muestras de los registros de hielo analizados en la Antártida y Groenlandia. No es sencillo dilucidar cada cuanto tiempo se repite una tormenta tan violenta como la del evento Carrington, algunos estudiosos indican que una vez por centuria y otros que tres veces en un milenio. Pero lo cierto es que, si bien, tenemos escasas evidencias de las anteriores, la información que poseemos de la ocurrida en 1859 nos ha hecho estar más atentos a las posteriores.

Conservamos testimonios de la ocurrida en diciembre de 1862, en plena guerra civil de Estados Unidos, con combatientes desconcertados por las auroras boreales que brillaban en el cielo de Virginia en plena batalla.

La segunda tormenta solar más fuerte que hemos sufrido hasta el momento fue la del 14 de mayo de 1921 a la que se bautizó como  la gran tormenta solar de Nueva York. Se calcula que fue unas 20 veces inferior al evento Carrington pero afectó a las redes ferroviarias de Estados Unidos hasta paralizar la Estación Central de Nueva York. Se sucedieron incendios eléctricos y la comunicación telegráfica quedó interrumpida. Las auroras boreales en el norte de Europa y la costa este de Estados Unidos fueron tan brillantes que el New York Time relataba como eclipsaron a las luces de Broadway y tuvieron que suspenderse las representaciones.

En 1938 volvemos a tener auroras boreales en latitudes impropias del fenómeno, en concreto se documentan las de Barcelona y  Madrid.

https://pxhere.com/es/photo/1561187
Aurora boreal.

En 1989 vivimos el evento Quebec, otra fuerte tormenta solar que, aunque inferior a la de 1921, provocó incidentes en varias centrales nucleares de Estados Unidos y Suecia  y  paralizó la planta hidroeléctrica de Quebec (Canadá) durante 9 horas dejando a 6 millones de personas sin luz y sin calefacción. Pero en 1994 el mismo país se quedó sin televisión y radio como consecuencia de otro fenómeno similar que afectó a dos satélites de comunicaciones.

Los incidentes se repitieron en 2003 con la denominada tormenta solar de Halloween, y eso que esta no nos alcanzó de lleno al encontrarse el planeta fuera del rumbo de la eyección de masa coronal del Sol.

Cuando el hombre carecía de tecnología poco le afectaban las tormentas solares, pero cuanto más avanzamos en ese campo, más vulnerables somos ante un fenómeno totalmente natural y que ha venido repitiéndose a lo largo de millones de años. La preocupación ha ido creciendo, e incluso la NASA elaboró su propio informe al respecto en 2009 donde reconoce que hay poco margen temporal desde que se origina una tormenta solar hasta que nuestro planeta sufre las consecuencias. No se muestra demasiado optimista, solo aboga por la prevención, con mejoras en los satélites para que no se vean afectados.

Algunos piensan que de repetirse una tormenta solar de la misma violencia que el evento Carrington solo nos dejaría sin electricidad en las zonas cercanas a los polos pero podríamos reparar nuestras redes en un par de días.

Los más pesimistas aseguran que se fundirían los transformadores de la mayor parte del planeta y eso originaría un gran caos puesto que todo nuestro mundo funciona con electricidad. Quedarían  inutilizados todos nuestros aparatos eléctricos, equipos informáticos, móviles e internet. Nuestras redes de comunicación, producción y distribución, nuestro sistema financiero están informatizados. Las bombas hidráulicas se pararían dejando a las ciudades sin agua. En pocos minutos se caerían las redes de satélites y con ellas el gps que es fundamental para las maniobras aéreas y marítimas. Las centrales nucleares se verían afectadas. La bolsa de valores se desplomaría en tan solo una semana si el apagón persistiera, pero se ha calculado que, posiblemente, tuviéramos que permanecer así durante meses, y los sistemas irían recuperándose paulatinamente, pudiendo llegar a tardar varios años en repararse todo y volver a la normalidad.

Los especialistas están seguros de que el evento Carrington se repetirá, pero no saben cuándo, ni las consecuencias reales para nuestra tecnología. Por ello hay muchos expertos vigilando la actividad solar e intentando trazar un plan de acción que aún no tenemos.

https://es.wikipedia.org/wiki/Sol#/media/Archivo:Sun_white.jpg
Manchas solares sobre la superficie de nuestra estrella.