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lunes, 19 de marzo de 2018

Diario de Viaje: Albufeira, Lisboa y Cascais IV. Belém y sus maravillosos monumentos.


Lee las anteriores partes del diario de viaje a Portugal: parte I (viaje y llegada a Albufeira), parte II (llegada a Lisboa y catedral) y parte III (Lisboa).

Belém y sus monumentos

Claustro del Monasterio de Belém.

Fachada del Monasterio de Belém.
El autobús sí iba al barrio de Belém y nuestra parada fue junto a la famosa pastelaria donde venden los no menos famosos pasteles de nata. Mi amiga se perdió entre la gente, pero me la volví a encontrar en el Mosteiro dos Jerónimos donde se había reunido con su madre y su hijo. Al día siguiente tuve la feliz coincidencia de encontrármela mientras desayunábamos en el hotel y me dirigió unas palabras muy bonitas, llamándome “menina” y deseándome que paseara mucho e hiciera muchas fotografías.


No nos dio tiempo a ver todas las maravillas que esconde Belém, pero sí entramos en el precioso Monasterio de los Jerónimos y en su iglesia. Gótico muy recargado, de lo que en España llamamos Isabelino y que en Portugal se conoce como Gótico Manuelino, el monasterio es realmente precioso y recomendable, así como su iglesia, donde puedes subir a la parte alta (que  comunica con el monasterio) y tener una vista privilegiada de sus naves y esbeltas columnas, aún más bonitas y grandes que las de la catedral. El patio era realmente bello e impresionante. Se pasan las horas sin que te des cuenta dentro de tan precioso recinto y cuando sales su maravillosa fachada atrapa tu atención.
Iglesia.

Una carretera separa el monasterio del Monumento aos Descobrimentos al que se accede por un paso subterráneo (esto fue lo que menos me gustó de Belém, aquel paso oscuro, sucio y un tanto peligroso).

Monumento de los descubridores.
El Monumento aos Descobrimentos es una mole de piedra en forma de vela donde se esfuerzan en mirar hacia el frente unos personajes de piedra maciza, creíbles y realistas. En la parte más importante, rompiendo el esquema del conjunto y con la vista perdida en el mar, aparece un Henrique el Navegante firme y poderoso con una carabela en su mano. Realmente el conjunto impresiona. Pero debo admitir que a la sensación de grandeza que emana de él se unió la música peruana que un grupo tocaba a los pies de la estatua, vestido con sus trajes típicos. El conjunto escultórico y la música allende los mares se fusionaban de tal manera que conmovían el espíritu. Me dio un poco de envidia porque el homenaje que hacen a Henrique  y a Vasco da Gama en Portugal no es el que se le hace a Cristóbal Colón en España, no quiero imaginar qué harían los portugueses si Colón hubiera descubierto América para su reino. Todo allí es Vasco da Gama: las avenidas, los hoteles, los puentes, los centros comerciales…

Torre de Belém.

Réplica de la Torre de Belém.
A lo lejos se divisaba la Torre de Belém, pequeña y preciosa, más cercana a la vista que al paso. Caminamos un buen trecho bajo un sol abrasador y un viento omnipresente hasta llegar a la maravillosa Torre de Belém, uno de los lugares más bonitos y encantadores que se puedan visitar. El mar o el río, como queramos considerarlo, llega hasta sus cimientos y cuando sube la marea cubre la escalera que originariamente daba acceso al edificio. Ahora han puesto una práctica pasarela para llegar hasta ella. Nos paseamos por la pequeña playa de arena blanca repleta de conchitas que está al pie del monumento y nos hicimos fotos en una pequeña réplica de bronce que a todo el mundo encandilaba.


Teclea el código secreto

Los restaurantes al pie del río tenían precios prohibitivos así que tuvimos que conformarnos con ir a un práctico y nada encantador Mcdonalds. No fuimos los únicos porque el restaurante estaba lleno de extranjeros, sobre todo españoles. Es de imaginar que todos pensamos que era un lugar conocido, donde sabes lo que vas a comer, con precios razonables y aire acondicionado, detalle nada despreciable para el calor que habíamos pasado en el camino y para las quemaduras solares que ya presentaba aunque me hubiese protegido con gorra y gafas de sol.

Una cosa que nos llamó la atención fue la presencia de un teclado numérico en la puerta de los baños. Todo el que quería entrar tenía que marcar el código secreto. Miramos el ticket de la comida imaginando que nos daría la combinación ganadora, pero nos equivocamos. Tratamos de observar el número que tecleaba la gente, un código de cuatro cifras como los pines de los móviles. Cuando desciframos el misterio nos dirigimos al baño con la casi ilusión de marcar nosotros también la clave, cuando una chica que salía me sujetó la puerta y pude entrar sin necesidad de pin, código, clave, ni nada de nada.
La pastelería donde se elaboran los famosos pasteles de Belém.

Pasteles de Belém con receta secreta.
Después nos pusimos en la obligada cola de la pastelaria original de Belém y compramos sus famosos pasteles. Yo quería habérmelos comido allí, como debía ser, pero mis compañeros de viaje tenían demasiada prisa por ir a Cascáis.


El apeadero asesino

Lo más complicado del viaje fue conseguir los billetes para el tren de Cascáis. Había que sacarlos de una máquina expendedora en un apeadero a las afueras de Belém. No había quien entendiera el funcionamiento de la máquina, del sistema de trenes, ni de las paradas. Había cuatro trenes cada uno de un color  que tenía en común una parte del recorrido, sin embargo cada uno tenía el final de su línea una parada después que el anterior y solo uno llegaba hasta Cascáis.

Vista del monumento a los descubridores y el puente sobre el río Tajo.

Un bienintencionado viajero intentó ayudarnos con la máquina expendedora, pero tardamos un rato en darnos cuenta que las tarjetas que habíamos sacado no servían para el tren y que teníamos que sacar otras nuevas (con el consiguiente gasto) aparte de la recarga para el viaje de ida y vuelta. Un español nos explicó el funcionamiento y ya pudimos sacar nuestros billetes.
El apeadero era tremendamente estrecho y los trenes pasaban a alta velocidad, muchos de ellos sin pararse allí. No comprendía porque unos paraban y otros pasaban de largo, además que no sabía el que tendríamos que coger ya que ninguno llevaba distintivo alguno con el color que le daban en el plano.

Uno de los apeaderos entre Belém y Cascais.

De repente sentí un furioso viento a mis espaldas y el bolso que llevaba colgado al hombro voló sobre mi cabeza. El sonido característico de un tren a toda velocidad me congeló. No me había dado cuenta de nada, no había oído la máquina acercarse, estaba de espaldas a la vía en aquel estrecho apeadero cuando el tren me pasó a pocos centímetros sin que nadie se inmutase. Pasé verdadero miedo y no me pude mover hasta que comprobé que estaba a salvo.
Nos equivocamos de tren y acabamos en un apeadero en medio de un barrio viejo y destartalado. Esta vez no le di la espalda a las vías ni un instante y permanecí completamente pegada a la barandilla que marcaba la entrada al pequeño recinto. A la segunda fue la vencida y conseguimos dar con el verdadero tren de Cascáis.

Playa de Cascais.

lunes, 5 de marzo de 2018

Frozen: la película Disney que no le hubiese gustado a Walt.



Hace cinco años que se estrenó Frozen y creo que no puede considerarse ya spoiler lo que voy a contar sobre esta maravillosa y sorprendente película. La crítica afirmó que tiene el sabor de los mejores clásicos y algún medio dijo que Walt Disney estaría muy orgulloso de ella. Permitidme que discrepe de esta última apreciación. En mi humilde opinión esta es la película Disney que no le hubiese gustado a Walt. Este film contradice todo aquello que siempre afirmaron las películas Disney, aquellas en las que el flechazo unía a los dos protagonistas, en las que su cariño sincero superaba las trampas de la malvada bruja y en las que al final, el valiente príncipe salvaba a la bella e indefensa princesa, sellando su unión con un beso de amor verdadero.

Todos los que habéis visto Frozen sabéis que aquí se pone en duda el flechazo, se destaca la insensatez de prometerse con un desconocido, se muestra que el amor verdadero no es exclusivo de una pareja, se desvela que un príncipe azul no tiene porque ser la mejor opción y se demuestra que las mujeres pueden salvarse ellas solitas. Lo dicho, Disney nunca habría llevado a la pantalla este argumento.

http://jinetedelanoche.blogspot.com.es/2013/09/3-nuevos-posters-de-frozen-lo-nuevo-de.html
Uno de los carteles de Frozen.

La historia se basa en el cuento La reina de las nieves de Hans Christian Andersen, pero en una versión muy libre que poco tiene que ver con el original donde la malvada reina de las nieves secuestra a un niño llamado Kay y su amiga Gerda va a buscarlo.

Hace 70 años que Disney se planteó hacer la versión animada de la historia de Andersen, pero todo se quedó en diseños y bocetos. La idea se retomó en 2002, pero no terminó de cuajar, por lo que el proyecto volvió a ser descartado. Por fortuna, no tuvimos que esperar tanto tiempo para que se volviera a considerar el cuento del escritor danés como posible película de animación y en 2010 un equipo se puso manos a la obra para continuar con la idea de Walt Disney. Pero durante el proceso, el proyecto inicial fue sufriendo importantes variaciones. Las protagonistas de la historia iban a ser Elsa (la reina de la nieves) y Ana (una campesina con el corazón roto que pide a la reina que se lo congele). Pero se decidió que debía haber un vínculo mayor entre las dos chicas y las convirtieron en hermanas. Después tomó forma una gran escena en la que la malvada Elsa regresaba a la ciudad acompañada por un ejército de muñecos de nieve. Todos tenían claro que la nieve tenía que ser un personaje más en la película y que el bello pueblo en el que se desarrolla la historia debía estar inspirado en Noruega. Así fue cómo surgió el reino de Arendelle del que Elsa es la princesa heredera. Parte del equipo técnico contemplaba la idea de despojar a Elsa de toda maldad y presentarla como una persona angustiada por el temor a dañar a quienes quiere con un poder muy peligroso que no sabe controlar.

Cuando Robert López y su esposa Kristen Anderson-López presentaron la maqueta de Let It Go, los guionistas lo tuvieron claro: la canción tenía tanta fuerza que habría que reescribir el guión para que Elsa ya no fuera la malvada de la historia y convertir la composición en el tema principal del film. Y así es como una canción escrita en dos días, pudo cambiar el argumento de toda una película.

Frozen ganó el Oscar a mejor película de animación en 2014, Let It Go ganó el Oscar a mejor canción original y fue traducida a 42 idiomas.

http://la-biblioteca-de-laura.blogspot.com.es/2015/03/lo-que-disney-congelo-mi-critica-de.html
Los protagonistas de Frozen:  Elsa, el príncipe Hans, Anna, el muñeco de nieve Olaf , el reno Sven y Kristoff.

La historia comienza cuando la pequeña Elsa, ignorando las fatales consecuencias que puede tener su don de congelar cuanto toca, hiere accidentalmente a su hermana Anna mientras juegan. Sus padres llevan a las pequeñas ante los trolls y el sabio Gran Pabbie salva la vida de Anna.

Después de esto, las puertas del castillo se cierran para todos y la princesa se aparta de su hermana. Los años pasan y, tras quedar huérfanas, Elsa se convierte en la heredera al trono de Arendelle. Marcada por su secreto, se ha transformado en una joven solitaria, seria y triste, mientras que Anna es alegre, divertida y soñadora.

Anna vive con gran ilusión los preparativos para la ceremonia de coronación de la reina. Acostumbrada a estar aislada en el castillo, fantasea con la idea de ver el gran salón repleto de gente venida de todas partes, y sueña con que en esa fiesta conocerá al hombre de su vida, a su amor verdadero. Sin embargo, el día que tanto anhela su hermana, es una agonía para Elsa que teme no ser capaz de ocultar sus poderes delante de todos.

https://blogsoypochoclero.wordpress.com/2013/06/18/teaser-e-imagenes-de-frozen-una-aventura-congelada/disney-frozen-anna-hans/
Un flechazo hace que Anna
se enamore del príncipe Hans.
Los deseos de Anna se ven cumplidos al conocer al príncipe Hans. El flechazo es instantáneo y los dos descubren que están hechos el uno para el otro. Rápidamente Hans pide matrimonio a Anna y la muchacha acepta encantada. Cuando la pareja se lo comunica a Elsa, la reina se enfada intentando hacer ver a su hermana que no puede casarse con un desconocido, pero la jovencita no entra en razón. La tensión del momento y los nervios hacen que Elsa pierda el poco control que tiene sobre sus poderes y todo se congele a su alrededor. En un instante, el verano se convierte en un crudo invierno y los presentes acusan a Elsa de bruja.

En el momento álgido de la historia, cuando la reina huye hacia las montañas, suena Let It Go, (Suéltalo en la versión española, y Libre soy en la latinoamericana), la canción que cambió el argumento de la película y que Elsa entona llena de fuerza y coraje, proclamando que por primera vez se siente libre y preparaba para vivir su propia vida.

Anna pide a Hans que se haga cargo del reino mientras ella sale en busca de su hermana. Durante su viaje conoce a Kristoff, un recolector de hielo, solitario y desconfiado, que solo acepta la compañía de su reno Sven. El joven decide ayudarla y juntos tropiezan con Olaf, el muñeco de nieve que con el que Elsa y Anna jugaban cuando eran niñas, pero que ahora ha cobrado vida y se une a la expedición.

Cuando Anna llega al palacio de hielo que ha construido Elsa, le cuenta que ha sumido a Arendelle en un invierno eterno, pero la reina no sabe cómo revertir el efecto de la magia y se niega a regresar. Una vez más, la obstinación de Anna saca a Elsa de sus casillas y, sin querer, lanza un rayo de hielo que le alcanza el corazón. Ninguna de las dos es consciente de lo ocurrido, pero al poco tiempo Anna comienza a sentirse enferma. Kristoff la lleva junto a los trolls, su familia adoptiva, y Gran Pabbie descubre que Anna tiene congelado el corazón y que solo un acto de amor verdadero puede evitar que muera.

Mientras tanto, el caballo de Anna ha regresado solo a Arendelle, alarmando a Hans. El príncipe reúne a un puñado de hombres y acude al rescate de su amada llegando hasta el palacio de hielo de Elsa y llevándosela prisionera.

Convencido de que solo un beso de Hans, el verdadero amor de Anna, puede salvar la vida de la muchacha, Kristoff decide renunciar a ella y emprender una carrera contrarreloj para lograr alcanzar el castillo de Arendelle y dejarla al cuidado del príncipe.

Cuando se encuentran a solas, Anna le explica a Hans lo ocurrido y le pide que la bese. En un impactante giro argumental, el príncipe se niega, confesándole que nunca la ha amado y revelándole sus verdaderos planes: siendo el menor de trece hermanos su única opción para acceder al trono era casarse con una princesa heredera de otro reino. Elsa era inalcanzable y Anna estaba tan deseosa de encontrar el amor que le fue muy fácil engañarla. Una vez casado con Anna solo tenía que deshacerse de Elsa, pero la propia reina se ha condenado al herir mortalmente a su hermana.

Esta es la primera vez en una película Disney en la que el príncipe encantador, el héroe que tenía que salvar a la princesa con un beso de amor verdadero, se revela como el auténtico malvado de la historia.

Hans apaga la chimenea y encierra a Anna en la fría habitación. Luego se presenta destrozado ante la corte para informarles que Anna ha muerto entre sus brazos después de haber pronunciado sus votos matrimoniales y que Elsa ha sido su asesina. Rápidamente acude a la celda para matar a la reina, pero comprueba que la joven ha logrado escapar.

http://la-biblioteca-de-laura.blogspot.com.es/2015/03/lo-que-disney-congelo-mi-critica-de.html
Elsa y Anna en uno de los
momentos finales de la película.
Mientras se aleja, Kristoff divisa una terrible tormenta de nieve sobre el castillo e, incapaz de ocultar por más tiempo el amor que siente por Anna, corre a rescatarla.

Anna también ha descubierto que no es el beso de Hans lo que había de salvarla, sino el amor de Kristoff y, con la ayuda del fiel Olaf, consigue huir de su encierro.

Mientras tanto, Hans ha alcanzado a Elsa y la acusa de haber matado a Anna. La reina se derrumba al oír sus palabras y ya no se opone a su fatal destino.

En ese momento Anna ve que Kristoff se acerca a toda velocidad para auxiliarla, pero también que Hans va a asesinar a Elsa. Así que decide utilizar sus últimas fuerzas para salvar la vida de su hermana interponiéndose entre ella y la espada de Hans que se hace añicos al chocar contra una Anna convertida ya en estatua de hielo.

Elsa llora desconsolada abrazada a la que fuera su hermana. Anna ha sacrificado su propia vida para salvarla en un acto de amor verdadero, y esto es, precisamente lo que descongela el corazón de la princesa haciéndola volver a la vida. En ese momento Elsa descubre que es el amor lo que puede hacerle controlar su poder y, segura de sí misma, lo utiliza para devolver el verano a su reino.

La felicidad regresa a Arendelle. Hans vuelve encarcelado a su país para ser juzgado por traición, Kristoff se convierte en el proveedor oficial de hielo del reino y Olaf tiene su propia nube de nieve que le impide derretirse en verano. Anna y Kristoff se besan enamorados, Elsa promete no volver a cerrar las puertas del castillo y convierte el patio en una pista de patinaje sobre hielo para regocijo de sus súbditos.

Aunque hayan transcurrido cinco años desde el estreno de la película, Frozen sigue siendo
la estrella de las producciones Disney en la actualidad, sin ser eclipsada por los filmes posteriores.
Carroza de Frozen en la cabalgata de las princesas en el Parque Eurodisney, París.