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lunes, 18 de junio de 2018

Diario de viaje: Albufeira, Lisboa y Cascais VI. De regreso a España (Última parte).


Lee las anteriores partes del diario de viaje a Portugal: parte I (viaje y llegada a Albufeira), parte II (llegada a Lisboa y catedral), parte III (Lisboa), parte IV (Belém y sus maravillosos monumentos) y parte V (Cascais y regreso a Lisboa).


Una botella de Coca-Cola

De regreso a Albufeira tomamos las autovías de pago y el viaje fue más corto.
La botella de Coca-Cola gigante.
Volvimos al mismo hotel del primer día y la recepcionista nos reconoció. Nos saludó muy sonriente y dio a Mariví y Migue un apartamento con cocina y terraza porque ya no le quedaban habitaciones. A nosotras nos dio una de las habitaciones de la planta alta. Cuando subimos nos encontramos que el cuarto tenía vistas a una enorme botella de Coca-Cola, logo gigante de una discoteca. Así que pasamos la noche escuchando retazos de canciones cada vez que abrían o cerraban la puerta del local.


La tarde la pasamos en la piscina del hotel, donde las chicas hicimos toda una sesión de fotos turbando la paz de los bañistas. Uno nos miró mal y lo escuché murmurar entre dientes de forma despectiva: “españoles…”. Los demás aguantaron estoicamente y sin inmutarse nuestras correrías.

Rotonda en la carretera que sale de Albufeira.
Otro homenaje a los descubridores.
Como el apartamento de nuestros amigos tenía microondas volvimos al Lidl a comprar algo de cena y, por supuesto, más latas de paté de sardina. Lo que más me llamó la atención fue que en la sección de congelados, aparte de pizzas y canelones, lo único que había era bacalao congelado. Sí, muchos tipos de bacalao, cocinado con diferentes recetas, pero todo bacalao. Pues no quedaba más remedio que comer bacalao y lo compramos surtidos. Cuando los probamos nos chupamos los dedos porque estaban realmente buenos.

Rotonda en Albufeira.


Litros de Alcohol

Esculturas en el paseo marítimo de Albufeira.
Después de la cena nos fuimos de paseo al centro del pueblo. Justo al lado opuesto de los lugares que conocíamos. Aquello no parecía Las Vegas, pero tampoco faltaban los carteles luminosos. Por todas partes nos “asaltaban” relaciones públicas “invitándonos” a entrar en su local, nos ofrecían las copas a litros, un litro de cerveza, un litro de sangría, un litro de ron… Los locales estaban repletos y había fiesta de disfraces en más de uno. Los turistas de muy diversas nacionalidades (excepto españoles, que me dio la impresión de que esta vez éramos los únicos) se unían a las fiestas, entraban en locales VIP y se caían de borrachos.

En la playa encontramos unas escaleras mecánicas, dos tramos muy empinados a los que subimos para contemplar  las vistas.



Parada en Huelva

Dejamos Portugal por el mismo puente por el que entramos, sin fronteras, pero con muchos nidos de cigüeñas en cualquier campanario o poste de la luz. Vimos Rio Tinto y nos paramos a comer en Huelva.

Fue extraño e impresionante entrar en un bar y que la camarera nos dijera: “sentaros ahí que ahora os atiendo”. Estábamos en casa.

Monumento a la
Virgen del Rocío.
Huelva.
Fotografías, posters, esculturas y recuerdos varios de la Virgen del Rocío y en las tiendas rebajas de trajes de flamenca por “fin de temporada”. Me hizo gracia, fin de la temporada a primeros de julio cuando aún no se han celebrado la mayoría de las ferias de los pueblos y ciudades de Andalucía.


Hacía un calor horrible pero había en él algo de familiar y común, muy distinto del aire frío de Portugal.

Catedral de Huelva.
Me empeñé en ver la catedral. Al fin y al cabo nunca había estado en Huelva y quería ver lo que para mí, en nuestra ciudad, es el monumento más importante y que yo creía que lo sería en todas (¿es qué no había aprendido nada en Lisboa?). Todos me contaron  lo desilusionante que era la catedral de Huelva, tanto tanto que cuando la vi no me desilusioné en absoluto. Es pobre, pequeña, pasa desapercibida entre los edificios pero es bonita. Pobrecilla.


Después me empeñé en ver el Monumento a Colón. Si habíamos visto el homenaje que le hicieron a Henrique el Navegante en Lisboa… yo quería ver el que le habíamos hecho a Colón en Huelva. Migue fue todo amabilidad y consideración y me paró el coche en la margen del río donde está el monumento. Diez minutos. Salí del coche corriendo cámara en mano. Corrí y corrí sofocada por el calor pero sintiendo un viento fresco que me recordaba a Lisboa. Allí estaba el monumento de piedra, contemporáneo como los descubridores de Lisboa, pero menos cuidado, menos sublime, menos impresionante.

Monumento a Cristobal Colón. Huelva.

Después de eso regresamos a casa.

¡Quiero volver a Lisboa!


Consideraciones varias:

Al regresar a casa todo el mundo me preguntó por los tópicos de Portugal y por el bacalao, que es su plato típico. ¡A buena hora me venía yo a enterar! Nadie me había contado nada antes del viaje, pero después varias personas me dijeron que habían estado en el Algarve por las mismas fechas que yo y que nos podríamos haber encontrado al doblar cualquier esquina. ¡Qué impresionante encontrarme con un conocido en un país extraño! ¡Como en las películas! Eso le habría dado más vidilla a mi relato.

Me preguntaron si los portugueses eran antipáticos, si me habían tratado mal (porque todos sabían, menos yo, que odian a los españoles), si todo era muy pobre, si los escaparates de las tiendas tenían bacalaos colgados y si los precios eran muy baratos. Y a todo contesté que não.

A pesar de que puede que haya dicho alguna impertinencia más arriba, me he llevado muy buena impresión del país en general, de la gente y de Lisboa en particular.


La maravillosa plaza del Comercio con la desembocadura del río Tajo vista desde el castillo de San Jorge. Lisboa.


sábado, 2 de junio de 2018

Inferno. Dan Brown.



Hace tres años que me leí la novela Inferno de Dan Brown y más tarde, cuando estrenaron la película en el cine, corrí a verla. Ahora que ya la han emitido en la televisión quería compartir mis impresiones y que me contarais las vuestras.

https://www.casadellibro.com/libro-inferno-serie-robert-langdon-4-ed-especial-ilustrada/9788408133087/2358957
Portada de una de las ediciones de
Inferno, novela de Dan Brown.
Las aventuras del catedrático de Simbología de Harvard, Robert Langdon, siempre son interesantes y te descubren muchas cosas sobre historia y arte. No cabe duda de que Dan Brown tiene mucha imaginación, pero está muy bien documentado, solo hay que leer los agradecimientos de sus libros donde siempre se mencionan doctores, historiadores y guías de diversos lugares del mundo donde se ambientan sus obras.


Concretamente para Inferno ha tenido que contar con las instituciones especializadas en Dante y con expertos en historia y arte del Palazzo Vecchio, Galería de los Uffizi, el Duomo en Florencia y de la Basílica de San Marcos, del Palacio Ducal y la Biblioteca Nazionale Marciana en Venecia. Y para que no quepa duda de ello, lo primero que nos dice en su libro es que todas las obras de arte, la literatura, la ciencia y las referencias históricas que aparecen en su novela son reales. Con Robert Langdon nos paseamos por los más importantes “templos del arte” de dos ciudades emblemáticas, como son Florencia y Venecia, caminamos por sus calles, corremos por sus parques, nos escondemos en grutas perseguidos por un drone, desciframos mensajes secretos escondidos en cuadros míticos y nos escapamos por pasadizos secretos de los palacios-museos más importantes del mundo.

http://www.sensacine.com/peliculas/pelicula-222798/fotos/detalle/?cmediafile=21339489
Cartel de la película Inferno.
El primer capítulo arranca con una pesadilla de Robert, una imagen de una mujer velada que, entre personas consumidas por el fuego y ríos de sangre, le repite “busca y hallarás”. El profesor se despierta gritando y descubre que se encuentra en un hospital, con una herida en la cabeza. Ante él se presenta la doctora Sienna Brooks que le hace las preguntas rutinarias. Langdon está desorientado y no recuerda nada de las últimas cuarenta y ocho horas, de hecho cree haber tenido un accidente y estar en el Hospital General de Massachusetts. Pero, cuando las luces se apagan y deja de ver su propio reflejo en el cristal de la ventana, la silueta de una emblemática ciudad se recorta contra la noche: Florencia. Pocos minutos después una desconocida entra en la UCI, dispara al personal e intenta matar a Robert Langdon quien logra huir con la ayuda de la doctora Sienna Brooks.

El protagonista, amnésico y herido, descubre que
está en Florencia al ver la famosa silueta de la ciudad.

Posteriormente descubre en el bolsillo de su americana un biotubo para transportar sustancias peligrosas con el conocido símbolo de “riesgo biológico”. Solo su huella dactilar consigue abrir el biotubo en cuyo interior hay un puntero láser que proyecta una fotografía en alta definición del Mapa del infierno de Botticelli, inspirado en el Inferno de Dante. Pero el cuadro original ha sido modificado, añadiendo letras, un médico con la máscara de la peste y un mensaje en clave.

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Sandro_Botticelli_-_La_Carte_de_l%27Enfer.jpg
El mapa del infierno obra que Sandro Botticelli realizó en la década de 1480.
Desde ese mismo momento Langdon tendrá que enfrentar su amnesia temporal, descubrir quién y por qué quieren matarlo y seguir una serie de pistas apoyándose en el primero de los tres libros de la Divina Comedia de Dante Alighieri: Inferno.

https://es.wikipedia.org/wiki/Infierno_(Divina_Comedia)
Primera página de
La Divina Comedia de Dante.
No puede confiar en el consulado americano. La policía italiana, el ejército y una asesina a sueldo lo persiguen. Solo cuenta con la ayuda de la doctora Sienna Brooks.

En todo este puzle de acontecimientos intervienen la doctora Elizabeth Sinskey directora de la Organización Mundial de la Salud; el Consorcio, con el facilitador conocido como el preboste, a la cabeza; y la amenaza del difunto bioquímico Bertrand Zobrist, inventor del campo de la manipulación de la línea germinal.

CONTIENE SPOILERS: si no has leído o visto Inferno y piensas hacerlo, no continúes leyendo el artículo.

Zobrist ya se había reunido con Elizabeth para explicarle su punto de vista sobre el peligro que la superpoblación, con su alarmante crecimiento exponencial y la disminución de los recursos naturales, suponía para la supervivencia de la especie. En el pasado solo las epidemias habían purgado la población, controlando su número y, según los historiadores, después de la Peste Negra llegó el Renacimiento. Zobrist quiere trabajar con la Organización Mundial de la Salud para encontrar una solución. La doctora Sinskey se horroriza ante la idea y lo tacha de bioterrorista. Por lo que Zobrist decide actuar por su cuenta, contratando al Consorcio para difundir un amenazador vídeo por internet, donde se ve un lugar sumergido, con una bolsa de plástico Solublon llena de un líquido gelatinoso. Abajo hay una placa de titanio con la fecha del día siguiente y una inscripción:

En este lugar, en esta fecha, el mundo cambió para siempre.

La novela se convierte en una carrera contrarreloj a lo largo de tres ciudades para encontrar la bolsa sumergida e impedir que se rompa y libere su contenido: una plaga biológica creada por Zobrist.

https://es.wikipedia.org/wiki/Infierno_(Divina_Comedia)
La barca de Dante, cuadro de Delacroix.

Durante toda la obra se nos habla de la filosofía transhumanista en la que Zobrist cree, en la posibilidad de dirigir nuestra propia evolución, de la manipulación genética y de los posthumanos. Sin embargo, la película pasa de puntillas sobre este tema, centrándose solo en la superpoblación.  Si bien, el film comienza con el discurso de Zobrist y sigue, en toda su primera parte, fielmente el hilo argumental de la novela, llega un momento en el que el espectador que se haya leído el libro se queda perplejo. Con los créditos finales te invade una sensación de haber asistido a una obra incompleta donde, no solo quedan cabos sueltos (como el destino que corre Ignazio Busoni, amigo de Langdon), sino que se nos cambia completamente el final, dejando a Sienna como una asesina sin escrúpulos.

Solo hay un cambio en la película respecto al libro que ha quedado muy bien y es el antiguo romance que unió a Langdon con Elizabeth Sinskey, que en el film no es una anciana con el cabello plateado, sino una atractiva doctora de su misma edad.

https://www.casadellibro.com/libro-divina-comedia/9788437632186/2250005
La Divina Comedia. Dante.
En la película Sienna Brooks utiliza a Langdon para encontrar la bolsa del virus y cerciorarse de que nadie impida que se rompa y libere la plaga biológica. De hecho, consigue un par de explosivos para asegurarse de cumplir con los objetivos de Zobrist. El desenlace es la heroica intervención de la doctora Sinskey y Langdon que, arriesgando sus vidas, se sumergen en el agua y consiguen aislar el virus, evitando que este se propague por el mundo y la muerte, en el intento de impedirlo, de Sienna Brooks. En ningún momento se nos explica la naturaleza del virus. La película ha respetado, sin embargo, la última y divertida escena de la novela, justo antes del epílogo, donde se le rinde otro homenaje más a Dante.

En la obra de Dan Brown, Sienna también utiliza y traiciona a Langdon para hacerse con la bolsa escondida por Zobrist, pero cuando todos llegan a la Cisterna donde está, descubren que la bolsa es biodegradable y se ha disuelto hace una semana, liberando el virus en una de las zonas más turísticas del mundo y que la plaga ya se ha extendido por todo el planeta. La fecha de la placa de titanio no era la fecha de liberación del virus, sino la de su expansión global. 

Robert ve huir a Sienna y la persigue hasta un muelle. Allí, en el último momento, la muchacha decide contarle a Langdon toda la verdad. Enamorada de Zobrist, la joven se había dejado seducir por su inteligencia, su visión futurista y el movimiento transhumanista. Pero, tras descubrir las verdaderas intenciones de su amante, decide impedir que el virus se libere, utilizando los conocimientos de Langdon y siguiendo las pistas con él hasta llegar a la bolsa escondida. Sienna no pidió ayuda a la OMS por falta de confianza y por temor a que los descubrimientos de Zobrist en la manipulación de la línea germinal pudieran ser vendidos a algún gobierno y utilizado como arma. El virus creado por el bioquímico, que se transmite por el aire y es asintomático, modifica genéticamente la célula del infectado. Lo que Zobrist pretendía era evitar el crecimiento exponencial de la población, para lo que creó un virus que no produce la muerte, ni enferma al huésped, pero lo deja estéril. Comprobó que la mutación genética se produce aleatoriamente en uno de cada tres individuos, por lo que en pocas generaciones, la cantidad de población se habrá reducido a un nivel sostenible, sin que se produzca la extinción de la especie, solo con el descenso del número de nacimientos.

http://www.sensacine.com/peliculas/pelicula-222798/fotos/detalle/?cmediafile=21268573
Robert Langdon y Sienna recorren varios museos, palacios
y templos en tres ciudades distintas a lo largo de la trama.
Sienna siente que ha fracasado al no poder impedir la expansión del virus. Langdon habla con la doctora Sinskey para convencerla de que Sienna no debe ir a la cárcel. Tras entrevistarse con ella, la doctora Sinskey, que aún no sabe si intentar crear un contravirus de lo que aún le parece ciencia ficción o no contrarrestarlo para acabar con la superpoblación, decide llevar a Sienna a una importante reunión con los líderes mundiales en Ginebra. Finalmente Sienna acepta colaborar con la OMS y se marcha con la doctora Sinskey. Una vez más, Robert Langdon se queda solo y regresa a sus clases en Harvard.