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martes, 18 de octubre de 2022

La presa de Asuán y el rescate de los monumentos.

Ya hemos hablado aquí de algunos de los embalses que dejaron monumentos sumergidos en España. Pero nada es comparable a lo que ocurrió con la construcción de la presa de Asuán, a mediados del siglo XX.

De NASA - http://earth.jsc.nasa.gov/sseop/EFS/lores.pl?PHOTO=STS102-303-17, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=90994
Presa de Asuán desde el satélite.
Foto: NASA.
Wikipedia. Dominio público.
La edificación de la gran presa de Asuán comenzó el 11 de enero de 1960 y finalizó el 21 de junio de 1970 dando como resultado el lago Nasser, de 500 kilómetros de largo y 16 kilómetros de ancho, el mayor lago construido por el hombre.

Se ultimaban los detalles de esta obra de ingeniería de dimensiones colosales cuando los egiptólogos tuvieron la terrible certeza de que joyas del patrimonio mundial, algunas con 5.000 años de antigüedad, quedarían sumergidas bajo las aguas para siempre. Así que se hizo un llamamiento internacional, la Campaña de Salvamento de los Monumentos de Nubia, al que respondieron 52 países.

Hubo algunas propuestas para intentar salvaguardar los 23 templos sin tener que moverlos piedra a piedra, pero se juzgaron demasiado complejas. Llegaron trabajadores de muchos lugares y se recibió dinero para sufragar esas obras paralelas que tenían que trasladar todos los monumentos existentes y excavar rápidamente en la zona para encontrar los que se sospechaban que estaban enterrados antes de que quedaran sumergidos. Se trataba de edificios, de muchas toneladas de piedra que debían ponerse a salvo en una carrera contrarreloj. Una tarea imposible.

https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=312222
Grabado de Abu Simbel. Wikipedia. Dominio público.

Efectivamente, los grupos de arqueólogos encontraron más templos, pero pronto vieron que no lograrían salvarlo todo. Podían ocuparse de los más pequeños, que eran más sencillos de mover. Pero resultaba inaceptable abandonar los más emblemáticos: Abu Simbel,  Philae y Kalabsha. La mayoría del presupuesto se destinó a ellos. Decidieron cortarlos en bloques y desplazarlos la distancia necesaria para que no les alcanzaran las aguas.

De "Per-Olow" - Per-Olow Anderson (1921-1989) - sv:Forskning & Framsteg 1967 issue 3, page 16, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=6235635
Recolocación de los bloques.
Foto:Per-Olow Anderson.
Wikipedia.
El caso del conjunto de Abu Simbel fue más complicado aún porque Ramses II había ordenado su construcción dentro de una montaña. El reto fue colosal: mover también la montaña. Los dos templos dedicados a Ramsés II y a su esposa Nefertari (comenzados en 1264 a. C.), fueron cortados, trasladados y reconstruidos, con montaña incluida, a unos 200 metros del emplazamiento original y 65 metros de altura en solo 4 años.

La parte más delicada de la operación fue cortar en bloques las caras de los colosos de Ramsés II y se le encomendó a los canteros gallegos, que realizaron un trabajo impecable porque eran los mejores del mundo en aquellos años.

Mientras los ingenieros ideaban la presa, y los arqueólogos salvaban el patrimonio, un drama humano se gestaba. La zona estaba habitada y 90.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares. Es muy cierto que se les dio un nuevo lugar donde vivir, pero aún los nubios sufren por haber sido desplazados de las tierras de sus antepasados.

Por Diego Delso, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=122647312
Templo de Ramses II con montaña.
Foto: Diego Delso. Wikipedia.

Los templos que no pudieron ser trasladados siguen, a día de hoy, bajo las profundas aguas del lago Nasser.

Egipto recompensó su ayuda a cinco países regalándoles un pequeño templo y les hizo la petición expresa de que se reconstruyeran en un lugar donde pudieran ser vistos por todos.

De ellos, quizá el que más visitas anuales recibe, es el Templo de Dendur, que se encuentra en el Metropolitan Museum de Nueva York, en una zona remodelada y acristalada para que pueda verse desde fuera y cumplir, así, con la petición de Egipto. Este templo data del año 15 d. C. y en 2017 cumplió sus 50 años lejos de casa.

Templo de Dendur en Metropolitan: De Jean-Christophe BENOIST - Trabajo propio, CC BY 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=19277095
Templo de Dendur en el Metropolitan Museum de Nueva York.
Foto: Jean-Christophe BENOIST - Trabajo propio, CC BY 3.0.
Wikipedia.

Sin embargo, España fue el país que salió mejor parado del reparto de templos egipcios. Se nos donó en 1968 el templo de Debod, el mayor y más completo de cuantos se encuentran fueran de Egipto. Tiene una antigüedad de 2.200 años y mide 70 metros de longitud. La reconstrucción llevó 2 años y se inauguró el 20 de julio de 1972. Puede visitarse en Madrid. 

Templo de Debod. Madrid.
Foto: archivo propio.

martes, 4 de octubre de 2022

Templo de Debod: 50 años en Madrid.

Tenemos un trozo de Egipto en el corazón de España. Se trata del templo de Debod que, este mes de julio de 2022, celebró sus primeros 50 años de residencia en Madrid. 

¿Puede un monumento mudarse? Sí, hay muchos ejemplos que así lo demuestran. Pero en esta ocasión no se trata de un cuadro o una escultura robados sin sonrojo para exhibirlos en un museo de otro país, ni de un claustro románico comprado y trasladado muy lejos por un excéntrico millonario. Se trata de un templo muy especial, del mejor regalo que nos podían hacer tras acudir al llamamiento internacional para salvar un legado milenario.

Templo de Debod.
Foto: archivo personal.
La historia de este templo es muy antigua. Se construyó en Debod (Nubia) hace más de 2200 años y está dedicado al dios Amón. Formaba parte de la ruta sagrada de Isis que llegaba hasta  la isla de Elefantina, uno de los primeros caminos de peregrinación conocidos.

Durante los siguientes siglos sufrió diversas ampliaciones encargadas por varios monarcas ptolemaicos y emperadores romanos. Pero con el tiempo cayó en el olvido y acabó bajo las aguas del río Nilo de donde tuvo que ser rescatado.

A mediados del siglo XX decidieron construir la presa de Asuán que inundaría un territorio habitado desde hacía más de 5.000 años y que contaba con más de una veintena de templos egipcios. Para salvar ese patrimonio de incalculable valor se ideó la Campaña de Salvamento de los Monumentos de Nubia, a la que respondieron 52 países, entre ellos España.

El más importante de los templos trasladados fue el de Abu Simbel y el trabajo más delicado lo realizaron los canteros gallegos, los mejores de su gremio en aquellos años, que se encargaron de cortar en bloques las caras de los famosos colosos de Ramsés II.

Egipto recompensó su ayuda a cinco países regalándoles uno de los templos pequeños.

Templo de Debod en su ubicación original en Nubia.
Foto: Francis Frith fechada en 1862. Dominio público.
Wikipedia.

A España se donó en 1968 el templo de Debod, el mayor y más completo de cuantos se encuentran fueran de Egipto.  España se hizo cargo de los gastos. El edificio se dividió en 2300 piezas, se etiquetaron, se guardaron en 1900 cajas y se llevaron a la isla de Elefantina. De allí salieron en barco hacia Valencia y luego llegaron a Madrid… pero se perdieron 200 cajas. Fueron necesarios dos años para poder reconstruir y restaurar este templo de más de 2200 años de antigüedad. Se inauguró el 20 de julio de 1972.

Se eligió con cuidado el parque de Madrid donde debía ubicarse y se respetó la orientación tradicional: de este a oeste, siguiendo la ruta solar, el viaje de Ra. Se le dotó de un entorno privilegiado: seis hectáreas de jardines con palmeras y dos estanques como referencia al río Nilo.

El templo tiene una longitud de 70 metros y ocupa  270m2 de planta. Las paredes están decoradas con unos excepcionales relieves que muestran la secuencia de ritos sagrados que se hacía en honor a los dioses cada día.

Detalle de los relieves interiores del templo de Debod.
Foto: archivo personal.

Para los más de 200.000 visitantes que recibe al año es natural pasearse por sus salas y observar sus relieves. Pero es algo excepcional que estaba vetado a los antiguos egipcios. Los templos no eran recintos de oración para los fieles, eran lugares sagrados en los que solo los sacerdotes podían entrar.

Este 2022 celebramos varios aniversarios relacionados con Egipto. Puedes leer el artículo dedicado a Champollion y el descifrado de los jeroglíficos egipcios aquí.