Aquí cambiamos de tema ¡de buenas a primeras!

Feeds RSS
Feeds RSS

martes, 29 de diciembre de 2020

Aniversarios artísticos

Si hace pocas semanas contábamos aquí algunas de las efemérides literarias más importantes del año 2020, ahora llega el turno de hablar de otros creadores que también están de aniversario.

V centenario de la muerte de Rafael:

Raffaello Sanzio da Urbino es, junto a Leonardo da Vinci y Miguel Ángel Buonarroti el pintor más importante del Renacimiento. Rafael nació y murió en viernes santo, unas fiebres se lo llevaron el 6 de abril de 1520, justo el día en que cumplía 37 años. Fue enterrado en el panteón de Agripa en Roma por petición propia. Quinientos años después el mundo preparaba exposiciones conmemorativas que se vieron anuladas o alteradas por la pandemia que sufrimos en el 2020.

Pudieron rendirle homenaje en Alemania con la exposición Rafael en Berlín: las madonas de la Gemädegalerie, inaugurada en diciembre de 2019.

En febrero de 2020 fue la Capilla Sixtina la que protagonizó un hecho histórico al ser trasladados allí los 10 tapices de la vida de los apóstoles diseñados por Rafael en 1515 y que, originariamente, estaban destinados a decorar todo el perímetro de la sala, junto a los frescos de Botticelli y la impresionante bóveda con las pinturas de Miguel Ángel, aunque éste último siempre se negó a compartir espacio con el genio de Urbino. Tras la muerte de León X, al año siguiente, algunos tapices fueron empeñados y otros robados por las tropas de Carlos V y, siglos después, por Napoleón. No fue hasta el siglo XIX cuando pudieron ser recuperados, pero no volvieron a la Capilla Sixtina. En esta ocasión lo hicieron durante solo una semana, en honor a Rafael.

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/tapices-rafael-volvieron-a-capilla-sixtina-500-anos-despues_15340
La Capilla Sixtina con los tapices de Rafael.
Foto de Fernanda Chandler. Publicada en nationalgeographic.com

Otra de las grandes exposiciones que llevaba años preparándose fue la del museo Scudirie del Quirinale en Roma proyectada para marzo de 2020 y en la que se reunían más de 120 pinturas y dibujos de Rafael, así como códices y objetos antiguos que sumaban un total de 204 piezas, la mayoría prestadas por las más importantes  colecciones del mundo. Pero tuvo que cerrar sus puertas debido a la alarmante situación sanitaria. Con gran esfuerzo y con todas las medidas de seguridad necesarias, la muestra Rafaello abrió de nuevo y pudo ser disfrutada por los visitantes desde junio a agosto.

Quien también pudo rendirle su particular homenaje fue el Palacio Real de Madrid con la exposición temporal Tapices para Felipe II donde se exhibieron los 9 paños diseñados por Rafael y que muestran las vidas de San Pedro y San Pablo.

Además, la Galería Nacional de Arte de Washington D.C. consiguió abrir su exposición dedicada a Rafael del 13 de octubre al 15 de noviembre y que, en el momento de escribir estas líneas, puede verse en su web oficial.

VI centenario de la construcción de la cúpula del duomo de Florencia.

Florencia es una de las ciudades más hermosas del mundo y la cúpula de Santa María de Fiore es su símbolo. La catedral comenzó a  construirse en 1296 y su cúpula el 7 de agosto de 1420. En la actualidad, 600 años después, su belleza y misterio continúa asombrado a los visitantes.

Vistas de Florencia.

La catedral de Florencia terminaba en un balcón, dejando al aire libre el espacio sobre el altar mayor. Los años transcurrían y nadie parecía ser capaz de erigir una cúpula que debía arrancar a 55 metros de altura y cubrir casi 50 metros de ancho.

En 1418 las autoridades decidieron convocar un concurso para el que parecía un proyecto irrealizable. Rápidamente aquello se convirtió en un desafío de ingenio y orgullo entre los mejores arquitectos. Entonces llegó Filippo Brunelleschi, un orfebre con bastante mal carácter, que guardaba sus planos en el más estricto secreto. Cuentan que se presentó ante todos retándolos a poner en pie un huevo. Nadie lo consiguió. Brunelleschi, simplemente lo cascó un poco y lo puso sobre la mesa. Esta historia, también atribuida a Colón, puso en jaque a los presentes y le granjeó no pocas antipatías. Lo cierto es que Brunelleschi, entre disputas y discusiones que le costaron ser expulsado de las asambleas en varias ocasiones, consiguió demostrar su valía ofreciéndose a edificar dos cúpulas, una dentro de la otra, sin necesidad de complicados andamios. Ganó el concurso y en 1420 comenzó a construir la cúpula que se convertiría en un hito del Renacimiento y después quemó los planos.

Interior de la cúpula del duomo de Florencia.


Vista de la cúpula.
Sin embargo, lograr su proyecto no fue tarea fácil, tenía bajo su dirección a un gran número de artesanos, era riguroso, pero se preocupaba por la seguridad de sus trabajadores y les daba instrucciones muy precisas. Lo que peor llevaba era trabajar con su eterno rival, Lorenzo Ghiberti, con quien se había disputado (y perdido) el proyecto de la puertas de bronce del Baptisterio de Florencia (las puertas del Paraíso). Las intrigas, los secretos, las conspiraciones estaban servidas y con ellas el misterio que convirtió su construcción en leyenda.

Durante muchos años los florentinos la utilizarían en su lenguaje popular para referirse a la fecha de cumplimiento de algo como “antes de que el Cupolone esté terminado”.

Año Van Eyck:

Flandes está de enhorabuena desde que decidió homenajear a los tres maestros más importantes del arte flamenco dedicando un año a cada uno desde 2018 al 2020: Rubens, Bruegel el Viejo y Van Eyck. El 2020 iba a ser el gran Año Van Eyck, pero debido a los acontecimientos que han obligado a cancelar multitud de eventos ha tenido que ser prorrogado hasta 2021.

Catedral de
Saint-Bavon (Gante)
Gante y Brujas preparaban numerosas exposiciones y actos festivos, que se han visto modificados. Pero, por fin, ha regresado el panel central inferior, conocido como el Cordero Místico, a la catedral de San Bavon (Gante) después de años de restauración.

El políptico de la Adoración del Cordero Místico (1432) se considera la última obra de la Edad Media y la primera del Renacimiento. Consta de 12 paneles de madera con 20 escenas. Su creación y todo lo que le rodea le ha dado un halo de misterio que se acrecienta al saberlo la obra más robada de la historia, en trece ocasiones. Ha pasado por muchas manos, ha sido despedazado y falsificado varias veces. Dos de los personajes más famosos que ambicionaban poseer la tabla del Cordero Místico fueron Napoleón que se lo llevó al Museo del Louvre y Hitler que lo creía un mapa lleno de acertijos para encontrar los Arma Christi o instrumentos de la Pasión de Cristo.

Cartel de la restauración de la Adoración del Cordero Místico.

250 aniversario del nacimiento de Beethoven:

Otras ciudades que llevaban años preparando festejos para el 2020 eran Viena  y Bonn que deseaban conmemorar el 250 aniversario del nacimiento de Beethoven. El compositor nació en Bonn (1770) pero residió en Viena buena parte de su vida.

Bonn había planeado un circuito Beethoven arrancando de su casa natal y paseando por los lugares más emblemáticos.  Lo mismo había ideado Viena, una visita guiada por las casas en las que había residido desde que se instalara en la capital de la música con 22 años. El año Beethoven había arrancado el 16 de diciembre de 2019 y debía continuar todo el 2020 con más de 800 eventos entre conciertos, exposiciones, teatro y congresos. Pero la pandemia obligó a cerrar los auditorios y suspender centenares de actividades. Algunos homenajes han podido celebrarse, pero otros han tenido que trasladarse a las redes y convertirse en eventos digitales.

Centenario del nacimiento de Federico Fellini:

Y no queremos cerrar este capítulo sin mencionar a otro de los homenajeados en este fatídico 2020. Este era también el año Fellini e Italia iba a volcarse con el llamado Fellini100 antes de que la pandemia se cebara con el país.

El genio italiano cambió la forma de hacer cine, dejó varias películas emblemáticas del séptimo arte, ganó cinco Oscar e incorporó su nombre al diccionario de la lengua italiana donde se reconoce la palabra felliniano.

Con La Strada (1954) consiguió su primer Oscar con tan solo 34 años, pero su obra más recordada es La dolce vita (1960) que marcó una era y retrató a Roma como nunca antes nadie lo había hecho. Aquella película nos regaló la icónica imagen de Annita Ekberg bañándose en la Fontana di Trevi ante la mirada de Marcello Mastroianni, una de las escenas más famosas de la historia del cine.

 

Fotograma de La dolce vita.
Wikipedia.

Lee también los Aniversarios literarios

lunes, 21 de diciembre de 2020

Conjunción de Júpiter y Saturno o la estrella de Belén.

La noche del 21 de diciembre de 2020 tiene lugar un acontecimiento histórico: la conjunción de Júpiter y Saturno.

Aunque esta alineación sucede aproximadamente cada 20 años, en esta ocasión ocurren varios hechos que la hacen muy especial: aparecerán tan juntos en el cielo que brillarán como si fueran una sola estrella, se verán a simple vista y ocurrirá la noche del solsticio de invierno. En realidad, se encuentran a 810 millones de kilómetros, pero nunca han estado tan cerca desde hace ocho siglos y habrá que esperar a 2080 para ver algo similar.

https://www.diariodesevilla.es/sociedad/Conjuncion-historica-gigantes-Jupiter-Saturno_0_1529847514.html
Mapa del cielo en el momento de la conjunción de Júpiter y Saturno.
Imagen publicada en El Diario de Sevilla.

Si hiciéramos un viaje en el tiempo tendríamos que remontarnos al año 1623 para volver a encontrarnos con lo que se llamó la Gran Conjunción, pero entonces no pudo observarse claramente debido a la proximidad de Júpiter y Saturno con el Sol. Lo más parecido a lo observable esta noche ha sucedido dos veces en la historia: en el año 1223 y en el 7 a. C.

Fue Johannes Kepler a principios del siglo XVII quien teorizó sobre la posibilidad de que esta conjunción planetaria fuera la famosa estrella de Belén que guio a los Reyes Magos. Kepler descubrió que hubo una triple conjunción entre la Tierra, Júpiter y Saturno con el Sol en Piscis lo que tuvo lugar el año 7 a.C. Muchos estudiosos no dudan de que la fecha del nacimiento de Jesús está ligeramente desplazada, ya que los Evangelios sostienen que nació en tiempos de Herodes y por los textos históricos sabemos que éste murió en el año 4 a. C.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-55351413
La estrella de Belén como cometa en
la "Adoración de los magos" de Giotto.
Imagen: DEA/A. DAGLI ORTI/
 DE AGOSTINI VIA GETTY IMAGES. 
Mucho se ha especulado sobre qué pudo ser la estrella de Belén, se ha planteado la posibilidad de que se tratara de una supernova, y en siglos anteriores se daba por cierto que fue el cometa Halley que se avistó en Oriente Medio en el año 12 a. C. Esta teoría parece ser la idea que llevó a Giotto a pintar la estrella de Belén como un cometa en la Capilla Scrovegni en Padua (Italia), ya que él mismo pudo haber observado la estela del Halley cuando pasó en el año 1301.

Los astrónomos nos dicen que no es en realidad la estrella de Belén, pero que es un importante acontecimiento histórico que podremos observar a simple vista, si el tiempo y la contaminación lumínica lo permiten. Tenemos que mirar hacia el suroeste a unos 20 grados sobre el horizonte poco después de la puesta de Sol. Nos dicen que con unos buenos prismáticos o un telescopio de aficionado podremos observar las lunas de Júpiter y los anillos de Saturno. Y si no podemos verlo, numerosos investigadores lo retransmitirán en directo. Después de esa noche los planetas se irán separando poco a poco.

El 21 de diciembre del 2020, esta conjunción planetaria a la que se ha llamado estrella de Belén, tendrá lugar durante la noche más larga del año y muy próxima a la Navidad, lo que puede convertirla en algo muy similar a lo que vieron los Reyes Magos hace más de 2000 años…

https://www.eluniversohoy.net/la-conjuncion-entre-la-luna-jupiter-y-saturno-captada-desde-yunquera-malaga/
Conjunción de Júpiter y Saturno desde la Sierra de las Nieves (Málaga)
Imagen captada el día 17 de diciembre de 2020 a las 18:20
Crédito: Paqui Trujillo. 
www.eluniversohoy.net

miércoles, 16 de diciembre de 2020

Aniversarios literarios

En este blog nos gusta recordar, de vez en cuando, efemérides de distintos acontecimientos. Precisamente este año se celebraban muchos aniversarios importantes y el mundo llevaba meses preparando actos conmemorativos. Pero el 2020 nos trajo una grave pandemia que ensombreció las celebraciones y obligó a anular, posponer o modificar muchos eventos (aforos reducidos, mascarillas obligatorias, alteración de horarios, cita previa, toma de temperatura, desinfección de las salas tras las visitas, etc)

La literatura está de enhorabuena con el cumpleaños en números redondos de grandes figuras que marcaron su época. A algunos de ellos se les ha podido homenajear, pero a otros no.

https://www.descubrir.com/tras-las-huellas-de-becquer-en-el-150-aniversario-de-su-muerte/
Glorieta de Bécquer. Parque de María Luisa (Sevilla)
Trabajo de Takashi Kurita. Créditos: Álvaro. Wikipedia.

Centenario del nacimiento de Isaac Asimov:

https://www.casadellibro.com/libro-yo-robot/9788435018364/1255383
Yo, robot.
Isaac Asimov.
Imagen: Casa del libro.
No sabemos con exactitud su fecha de nacimiento, se da por válida el 2 de enero de 1920. Cuando solo tenía tres años, sus padres emigraron a Estados Unidos donde pusieron un negocio de venta de revistas y al pequeño Isaac le encantaban las de ciencia ficción. Fue profesor de bioquímica en la Universidad de Boston y un célebre escritor. La llamada Serie de la Fundación marcó la ciencia ficción. Entre sus obras más populares están El hombre bicentenario y Yo, robot, ambas llevadas al cine. Legó para el futuro sus famosas tres leyes de la robótica. Su figura fue tan importante que un cráter de Marte lleva su nombre.

Los festivales de ciencia ficción de Estados Unidos no han podido honrar la memoria de uno de los grandes del género al haber sido cancelados por la pandemia.

Centenario del nacimiento de Ray Bradbury:

El 22 de agosto de 1920 venía al mundo otro importante escritor que, aunque cultivó diversas temáticas, ha pasado a la historia de la literatura por sus obras de ciencia ficción. Las más recordadas son Crónicas marcianas y Fahrenheit 451. En ambas recrea un futuro desesperanzador donde la guerra y el racismo están presentes en la colonización del planeta rojo y la censura e incultura en Fahrenheit 451, la temperatura a la que arde el papel y en la que los bomberos se dedican a quemar libros.

130 aniversario del nacimiento de Agatha Christie:

De Diagram Lajard - Trabajo propio, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=72095714
Busto de Agatha Christie (Londres).
De Diagram Lajard.
Dominio público. Wikipedia.
Este 2020 se cumplen 130 años del nacimiento de la escritora Agatha Christie y 100 años de la creación de su famoso detective Hércules Poirot. Aunque es conocida por sus novelas policiacas, también escribió relatos breves, poesía e historias románticas.

Ella misma se convirtió, creemos que de forma involuntaria, en uno de sus personajes de misterio al desaparecer tras un accidente de coche. Estaba deprimida por la muerte de su madre y la petición de divorcio de su marido. Las autoridades la buscaron por todas partes con un efectivo de 1.000 policías y 15.000 voluntarios. La encontraron 11 días después hospedada en un hotel bajo el apellido de la amante de su marido. Agatha declaró que había perdido la memoria y nunca explicó más sobre el asunto.

Centenario del nacimiento de Mario Benedetti:

El 14 de septiembre de 1920 llegó uno de las figuras más importantes de la literatura latinoamericana. Escribió novela, poesía, ensayo, cuentos, artículos periodísticos y fue crítico cinematográfico. Entre sus obras más famosas se encuentra La tregua, llevada al cine en dos ocasiones.

Centenario del nacimiento de Miguel Delibes:

Nació en Valladolid el 17 de octubre de 1920. Escritor y periodista, galardonado con numerosos premios y miembro de la Real Academia Española. Supo plasmar en sus obras la riqueza del mundo rural y el paisaje que tanto conocía. Castilla se convirtió en uno de sus temas literarios. Algunas de sus obras han sido llevadas al teatro y al cine con gran éxito. Sus novelas más conocidas son Cinco horas con Mario, Los santos inocentes y El camino.

La Biblioteca Nacional de España le rindió homenaje con la exposición Delibes, que reunía más de 200 piezas (manuscritos, libros, dibujos y fotografías). Estuvo abierta al público desde el 18 de septiembre al 15 de noviembre de 2020 y en el momento de escribir estas líneas se ha trasladado a Valladolid.

Un pueblo sin literatura es un pueblo mudo. Miguel Delibes.

150 aniversario de la muerte de Gustavo Adolfo Bécquer:

Retrato de Gustado Adolfo Bécquer.
Obra de Valeriano Domínguez Bécquer.
Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Wikipedia.
La pandemia ha ensombrecido los actos de homenaje a los hermanos Bécquer en Sevilla, su ciudad natal. Se cumplen 150 años de la muerte de ambos artistas: Valeriano, el pintor que nos ha legado el retrato más famoso de su hermano y Gustavo, el poeta romántico español por excelencia.

Sevilla se había esmerado en sus rutas por los lugares de Bécquer, pero tuvieron que hacerse de manera virtual. El pasado noviembre pudo inaugurarse la exposición De la parte de vida que me toca y los paseos literarios planeados.

Gustavo Adolfo Bécquer fue poeta, narrador, periodista y dibujante. Su estancia en el Monasterio de Veruela (Zaragoza) para intentar reponerse de la tuberculosis le inspiró Cartas desde mi celda, y varias de las Leyendas que se convertirían en piezas claves de su producción literaria. Pero su obra más importante fue Rimas, un manuscrito que se perdió durante los disturbios revolucionarios de 1868 y que tuvo que volver a recopilar de las que habían sido publicadas en varios periódicos y de las que recordaba de memoria.

En septiembre de 1870 falleció su hermano Valeriano, al que estaba muy unido, y aquello lo sumió en una profunda tristeza. El día 22 de diciembre del mismo año, durante un eclipse de sol, murió Gustavo Adolfo Bécquer a los 34 años. Poco antes encargó a sus amigos que quemaran sus cartas, cuidaran de sus hijos y publicaran sus obras porque sospechaba que muerto sería más reconocido que en vida. Sus amigos cumplieron su última voluntad y evitaron que cayera en el olvido. Hoy es uno de los poetas más importantes de la literatura española y sus admiradores siguen depositando notas, cartas, peticiones y poesías en su tumba.

Centenario de la muerte de Benito Pérez Galdós:

Nacido e1 10 de mayo de 1843 y fallecido el 4 de enero de 1920, Pérez Galdós destacó en la novela, el cuento y el teatro. Revolucionó la literatura con una visión más humana y real de sus personajes, pero sin abandonar el modelo cervantino y renovó el teatro español. Fue un autor clave de las letras españolas, recordado por sus Episodios Nacionales y novelas como Fortunata y Jacinta, Tristana y Marianela. En 1889, no sin discusiones por su ideología, entra a formar parte de la Real Academia Española.

La Biblioteca Nacional de España le dedicó la exposición Benito Pérez Galdós. La verdad humana (desde el 1 de noviembre de 2019 al 16 de febrero de 2020) con más de doscientas piezas entre manuscritos, libros, esculturas y lienzos. En sus salas fuimos testigos de la transformación hacia un mundo moderno; su aprendizaje, influenciado por la literatura del Siglo de Oro, pero también por Dickens o Balzac; su faceta periodística; su actividad política; sus amores con Lorenza Cobián González (madre de su única hija reconocida) y con la escritora Emilia Pardo-Bazán y su amistad con Menéndez Pelayo y Clarín.

http://www.bne.es/es/Actividades/Exposiciones/Exposiciones/Exposiciones2019/Benito_Perez_Galdos_La_verdad_humana.html
Cartel de la exposición:
Benito Pérez Galdós. La verdad humana.
Biblioteca Nacional de España.

Lee también Aniversarios artísticos.

jueves, 3 de diciembre de 2020

La mal llamada gripe española.


Hay muchas personas que jamás han oído hablar de la gripe española. Sin embargo, ha sido calificada como una de las pandemias con más mortalidad de la historia, junto a la viruela y la peste negra. ¿Por qué todo el mundo sabe contarte algo de una enfermedad de la edad media y no de la pandemia de 1918? Estudiamos las dos guerras mundiales que se vivieron en el siglo XX, pero nadie nos contó que una pandemia aceleró el fin de la primera, contribuyó a la segunda, influyó en la caída del imperio austrohúngaro, encaminó a la India hacia su  futura independencia y colocó a Suiza al borde de una guerra civil.

La gripe de 1918, como se la denomina actualmente, enfermó a 500 millones de personas, uno de cada tres habitantes del planeta, y se cobró la vida de entre 50 y 100 millones de seres humanos. Esa escalofriante cifra supera la suma de los muertos en la Primera y Segunda Guerras Mundiales. Pero aún no sabemos los números exactos, porque sigue en estudio ya que en su propia época pocos se ocuparon de averiguar lo ocurrido y hubo que esperar a la década de 1990 para recopilar todos los datos e informaciones. Fue una enfermedad que no se vivió como algo global, sino concerniente a la intimidad del enfermo y su médico (cuando podía pagárselo), muchos seguían pensando que se trataba de un castigo divino. La prensa lo ocultó, la gente decidió callar y en la literatura y el arte se trató el tema en muy pocas ocasiones.

https://documenta360.blogspot.com/2020/05/la-cultura-resfriada-impacto-cultural.html Imagen de la Biblioteca Nacional de España.
Los periódicos españoles eran, prácticamente, los únicos que
informaban sobre la "gripe española" durante la contienda.
Imagen de la Biblioteca Nacional de España.

Creemos que la gripe española (N1H1) apareció antes de lo que tenemos documentado, pero la fecha oficial del primer diagnosticado es el 4 de marzo de 1918 en un campamento de Kansas (Estados Unidos). Al mes siguiente medio país estaba afectado, lo que no impidió que se embarcaran gran número de soldados rumbo a Francia donde propagaron el contagio. En mayo ya estaba en Gran Bretaña, Italia, Alemania y España. Rápidamente recorrió África y de allí saltó a Bombay, a la India, a China y Japón. Las islas no se libraron.

En esta primera oleada muchos pensaban que se trataba de una gripe estacional, pues lo síntomas eran muy parecidos y la mayoría de los enfermos se curaban. Sin embargo, el 1 de junio el New York Times informó de que “Una rara epidemia asola el norte de China”, ignorando que su propio país también sufría esa rara epidemia.


https://documenta360.blogspot.com/2020/05/la-cultura-resfriada-impacto-cultural.html
Enfermos en  Fort Riley, Kansas (Estados Unidos).
Imagen: NatGeo.

Y aquella “gripe” llegó al frente contagiando a cientos de miles de soldados de ambos bandos y alterando el curso de los acontecimientos. Los médicos militares veían llenarse sus hospitales con más enfermos de gripe que heridos de guerra, pero no lo hacían público para no desmoralizar a las tropas y sus familias, ni dar información sobre aquella “debilidad” al enemigo, mientras el enemigo hacía lo propio. Los doctores franceses la llamaban la “enfermedad nueve”, otros  hablaban de “la fiebre de los tres días”, en Senegal la llamaron “la gripe brasileña”, en Brasil “la gripe alemana”, en Japón “la gripe del sumo”… Pero algo tenían en común: ninguno quería asumir como propio aquel mal.

España era neutral en la contienda y sus periódicos eran de los pocos que informaban sobre la enfermedad. Aquí no se la llamó “gripe española”. Cuando llegó en mayo a Madrid, la zarzuela de moda era La canción del olvido, y todos canturreaban el pegadizo tema Soldado de Nápoles. En junio, bastaron tres días para que las dos terceras partes de los madrileños enfermaran del “soldado de Nápoles”, como lo llamaron. Los franceses leyeron aquella tremenda noticia y empezaron a hablar de “la gripe española”, ignorando que en su país sufrían la misma “enfermedad once” desde hacía varias semanas. Los ingleses y estadounidenses, también enfermos, copiaron el nombre y como “gripe española” pasó a la historia.

La primera ola se vivió de marzo a junio de 1918. Después desapareció. Lo que nadie esperaba era que en agosto reapareciera recorriendo el mundo en una segunda ola tan devastadora y letal que los médicos no creían que pudiera tratarse de la misma enfermedad. Algunos países se temieron que fuera la peste, otros el tifus, otros el dengue. Lo que estaba claro es que no eran epidemias locales, aquello era una auténtica pandemia que volvía a ser propagada por el transporte de las tropas y que llegó a interrumpir la guerra. A pesar de esto, el número de víctimas en Europa era menor al del resto del mundo. Donde no llegaban los ejércitos, lo hacían los barcos de mercancías, correos o pasajeros. Donde no alcanzaba la red ferroviaria, lo hacían los hombres caminando. La segunda ola de gripe de 1918 rodeó el planeta en trece semanas y mató a decenas de millones de personas. Fue terrible.

El enfermo era contagioso antes de notar los primeros signos. Los síntomas eran espantosos y llevaban a algunos al suicidio. Hubo ciudades con tantos muertos que no había tiempo, ni lugar para enterrarlos.

Un número importante de supervivientes quedaron con enfermedades respiratorias crónicas,  otros sufrieron secuelas como la pérdida del cabello, pérdida de audición, olfato y visión. Algunos decían haber despertado a un mundo borroso y descolorido. A esto había que sumarle un gran número de personas con frecuentes y graves episodios de melancolía (depresión).

Ante la gravedad de los acontecimientos se impusieron medidas en todo el mundo: guardar cuarentena en caso de enfermedad, evitar aglomeraciones, propiciar el distanciamiento social, toser y estornudar tapándose la boca, lavarse las manos frecuentemente, no escupir en la calle y ventilar los espacios cerrados. Las ciudades se vieron más afectadas que las zonas rurales. Pero dentro de las mismas urbes el contagio resultó mayor en aquellos lugares pobres donde vivían hacinados, sin ventilación y sin higiene.

https://documenta360.blogspot.com/2020/05/la-cultura-resfriada-impacto-cultural.html
Clases de física de la Universidad
 de Montana (Estados Unidos)
impartidas al aire libre.
Imagen: National Archives
En algunas ciudades se cerraron los teatros, cines, restaurantes, y escuelas. Hubo lugares donde  las clases continuaron al aire libre, incluso durante el frío invierno. Mucha gente dejó de ir a trabajar, bien por sufrir la enfermedad, bien por el miedo. Incluso Hollywood detuvo su industria.

En Estados Unidos, el país que tomó las medidas más eficaces y redujo con ello los contagios y muertes, las autoridades comenzaron imponiendo el uso de mascarilla en los oficios de cara al público, pero, poco después, su obligatoriedad era general para todos en muchas ciudades. Se la intentó vender como una prenda de moda o como un acto patriótico, pero la gente se resistía a su uso. Se creó la Anti-Mask League of San Francisco que reunió a 5000 personas en un mitin de recogidas de firmas con el apoyo de autoridades de otras ciudades.

Desobedecer alguna de las medidas adoptadas suponía ser multado o encarcelado. La multa por no llevar mascarilla era de 5 o 10 dólares que se destinaban a la Cruz Roja. Ellos se encargaban de la venta de mascarillas baratas en puntos estratégicos de las ciudades y de hacer publicidad y panfletos con las medidas sanitarias que debían adoptar los ciudadanos para evitar los contagios. Los boys scouts repartían octavillas traducidas a varios idiomas en los puntos importantes de Nueva York.

El 11 de noviembre se firmó el armisticio y millones de personas salieron a celebrar el fin de la Gran Guerra lo que originó un alto número de nuevos contagios en los días siguientes.

En diciembre la pesadilla parecía haber acabado… Pero enero de 1919 trajo la tercera ola (y aún se discute si hubo una cuarta en 1920). No causó tanto daño como la segunda, pero tampoco fue tan benévola como la primera.

Australia, que tuvo la precaución de poner todos sus puertos en cuarentena, fue uno de los pocos lugares que se salvaron de la primera y segunda ola, pero restablecieron el comercio marítimo en diciembre y la tercera oleada los alcanzó.

En enero la enfermedad ya estaba de nuevo recorriendo el mundo. En París se estaban celebrando las negociaciones de paz y los delegados se contagiaron. Muchos historiadores piensan que las condiciones impuestas en esas firmas hubieran sido diferentes si los dirigentes del mundo no hubieran enfermado. Y todos coinciden que la Segunda Guerra Mundial tuvo sus raíces en la dureza de las imposiciones que sufrieron los perdedores.

En mayo de 1919 se dio por finalizada la pandemia en la mayoría de los países del hemisferio norte, pero el hemisferio sur siguió luchando contra ella hasta 1920, incluso más tarde en algunos lugares.

El saldo de víctimas sigue discutiéndose hoy en día. Se manejaba la cifra entre 40 y 50 millones, pero en la actualidad, se estima en 100 millones de personas. El cómputo en España fue de 200.000 muertos. En Suiza se contagió la mitad del país y murieron 25.000 personas, llevando a la nación al borde de la guerra civil por la falta de respuesta oficial. El país de Occidente con más decesos fue Estados Unidos con unos 600.000. La peor parte se la llevaron África y Asia con decenas de millones de defunciones. El país con más mortalidad del mundo fue la India que perdió a más de 13 millones de personas.

La gripe de 1918 contagió a personas de cualquier edad, pero se cebó con la gente joven, la mayor tasa de fallecimientos estaba entre los 20 y 40 años. Murieron más hombres que mujeres, pero las embarazadas tenían el doble de posibilidades de no sobrevivir. Con la falta de este contingente humano, los destrozos de la guerra y el cierre de los negocios (por imposición, quiebra o falta de personal) llegó el desastre económico. Hubo muchos huérfanos y ancianos que acabaron en albergues para pobres.

Cuando la enfermedad empezó a desaparecer llegó el hambre, y aumentaron los delitos como los robos y las violaciones. Si durante la pandemia los timadores vendían “medicinas milagro” que, en el mejor de los casos, no servían para nada, ahora no faltaban los que se presentaban como enfermeros sin serlo realmente.

Entre las personalidades políticas contagiadas se encontraban David Lloyd George, primer ministro británico; Woodrow Wilson, presidente de Estados Unidos; el káiser alemán Guillermo II y el rey español Alfonso XIII.

A la gripe de 1918 debemos la pérdida del escritor Apollinaire que sobrevivió a una herida de guerra pero murió por la pandemia; el pintor Gustav Klimt; Edmond Rostand, autor de Cyrano de Bergerac y Max Weber padre de la sociología moderna.

https://documenta360.blogspot.com/2020/05/la-cultura-resfriada-impacto-cultural.html
Autorretrato de Munch
después de la gripe española.
Imagen BBC.
Dominio público.
Los enfermos famosos que consiguieron sobrevivir fueron Kafka, que cuando se contagió acababa de salir de un sanatorio para tuberculosos; el poeta S. Eliot; Amelia Earhart, pionera de la aviación, que quedó con secuelas; un joven Franklin Delano Roosevelt que al desembarcar procedente de Europa, no podía ni tenerse en pie;  la diva del cine Mary Pickford; un muchachito llamado Walt Disney; los escritores Heminway y F. Scott Fitzgerarld que se negaron a escribir sobre ello y John Dos Passos, que jamás habló del tema. Quienes sí dejaron constancia de su propio dolor fueron Edward Munch en uno de sus autorretratos tras la convalecencia; D.H. Lawrence que, con las vías respiratorias dañadas tras la enfermedad, lo reflejó en uno de sus personajes de El amante de Lady Chatterley; Virginia Woolf que puso como protagonista de su Mrs. Dalloway a una superviviente de la gripe española; y Katherine Anne Porter que expresó su padecimiento en Miranda, su alter ego, en  Caballo pálido, jinete pálido.

Tras perder a su hijo por la gripe española, Arthur Conan Doyle abandonó definitivamente a su famoso detective Sherlock Holmes y se centró en el espiritismo. No fue el único, algunos famosos y mucha gente anónima buscaron la forma de despedirse de un ser querido muerto en la guerra o durante la pandemia y el espiritismo vivió un auge.

Aquel sufrimiento llevó al silencio. Creemos que la gente intentó olvidar lo sucedido no volviendo a hablar de aquello. La gripe de 1918 tuvo que esperar a 1968 para aparecer en los libros de historia.

El mundo experimentó un gran cambio. La crisis económica no duró demasiado. La falta de hombres hizo que las mujeres accedieran al mercado laboral y la escasa mano de obra obligó a subir los salarios. Se multiplicó el voto femenino. Hubo huelgas de trabajadores que lograron generalizar la jornada laboral de ocho horas diarias. Llegó la prosperidad, se tenía suficiente dinero para consumir y muchas ganas de vivir. Hubo un boom de natalidad en todo el mundo, incluso en los países que no participaron en la guerra.

Las personas fueron conscientes de que llevar una dieta sana, hacer deporte y estar al aire libre era beneficioso para su salud. Se puso de moda la comida vegetariana, la gimnasia y el nudismo. Las medicinas alternativas y naturales fueron sumando adeptos aprovechando que muchos se sentían defraudados por la medicina tradicional y las medidas adoptadas en los países. Surgieron movimientos religiosos y predicadores que otorgaban el poder de la curación a la oración.

Los dirigentes comprendieron que las ciudades debían ser más salubres, había que construir casas con buenas condiciones de habitabilidad y mejorar las canalizaciones. Fue entonces cuando Londres creo su alcantarillado moderno.

Las naciones vieron la necesidad de un sistema fuerte de salud, más allá de los comités existentes. Se construyeron un gran número de hospitales. En los años 20 nació la sanidad pública y universal en la mayoría de los países avanzados y, con el tiempo, se fundó la Organización Mundial de la Salud (1948).

La modernidad y la prosperidad se impusieron durante toda una década. Y así llegaron los denominados locos años 20.

La Tierra. NASA. Wikipedia. Dominio público.

Lee también historia de las pandemias desde la antigüedad al siglo XXI en estos artículos.

miércoles, 25 de noviembre de 2020

La peste del siglo XIV.

 

Aclaraba en un artículo anterior que nunca quise escribir sobre enfermedades, pero el oír, una y otra vez, a los medios de comunicación calificar la pandemia actual como hecho inédito, me asombró y me llevó a investigar sobre las que vivieron nuestros antepasados. Ese es el verdadero origen de esta serie de artículos, a los que he dado un enfoque histórico, no médico.

Creía que todos habíamos escuchado hablar de las que han sido calificadas como dos de las peores epidemias vividas en el pasado: la peste negra (de la que hay multitud de novelas, películas y series) y la gripe española (menos conocida pero mucho más reciente).

Supongo que, en el fondo, occidente se sentía muy seguro pensando en todos los avances médicos y tecnológicos que tenemos  en el siglo XXI y nos creíamos a salvo del ataque de un virus peligroso que colapsara el sistema sanitario. Imagino que por eso las noticias hablaban de algo “inédito”, por lo inesperado.

He decidido dedicarles su propio capítulo porque, después del drama vivido, ambas supusieron un avance para la humanidad.

En el siglo XIV nadie sabía con certeza dónde se había originado la peste. Ante el miedo general, empezaron a buscarse culpables, y los primeros en cargar con aquel peso fueron los judíos a los que se acusaba de haber creado la ponzoña en sus laboratorios y haberla esparcido (cosa totalmente falsa).

Autor Petro Vlasenko. Wikipedia
Restos de la fortaleza
genovesa en Cafa.
Autor de la imagen:
Petro Vlasenko.
Fuente: wikipedia.
De aquel siglo conservamos crónicas que relatan que la peste sorprendió al ejército del tártaro Djani Bek sitiando la fortaleza cristiana de Cafa (actual Feodosia en Crimea) donde había un asentamiento genovés. Y cuentan que antes de retirarse decidió catapultar a sus propios muertos de peste dentro de la fortaleza (lo que sería una de las primeras “guerras bacteriológicas” documentadas).

Actualmente los historiadores defienden que se originó en Asia y pasó a Europa por las rutas comerciales. Los marinos ya llevaban varios años hablando de una epidemia mortal que atacaba China, India y Persia. Muchos dan por cierta la historia del asedio del asentamiento en Cafa, pero creen que la parte del relato donde catapultan muertos es una leyenda y que, en realidad, la enfermedad se habría extendido por toda la zona a través del agua corriente u otros medios naturales. Los marineros y comerciantes europeos, sin saberse ya infectados, huyeron de allí  hacia Marsella y hacia Mesina ciudades por donde entró la enfermedad a Europa.

Los escritos de la época hicieron pensar que era una enfermedad urbana, pero el campo sufría la peste tanto como la ciudad. En todas partes morían familias enteras y había pueblos que quedaban desiertos. Nadie sabía nada de este mal. La gente pensaba que era un castigo divino y que llegaba el fin del mundo, organizaban procesiones y rogativas a todos los santos lo que aumentaba la transmisión. También se hicieron miles de  ritos para intentar ahuyentar el mal y Europa se llenó de danzas macabras de las que hoy tan solo sobrevive, como tradición despojada de su intención de recordatorio, la Dansa de la mort que tiene lugar cada Jueves Santo en el pueblo español de Verges.

Los médicos atribuían la afección a la corrupción del aire y llevaban las conocidas máscaras de la peste, pero nada podían hacer por sus pacientes. Otros decían que el origen era geológico, por movimientos sísmicos o erupciones volcánicas que generaban gases nocivos. También había quienes le otorgaban una causa astrológica por la influencia de los planetas, cometas o eclipses.

Todo el que pudo permitírselo aplicó la misma premisa:

Cito, longe fugeas, tarde redeas. Huye rápido y lejos, regresa tarde.

Aquello podía salvar individualmente, pero contribuyó a propagar la enfermedad hasta los más recónditos lugares. A las autoridades les pareció que la única solución era el confinamiento: primero fueron casas, luego barrios y finalmente poblaciones. Incluso se impidió la entrada de los barcos a los puertos. Fueron los venecianos los primeros en utilizar la palabra cuarentena, por los 40 días que Jesús estuvo en el desierto. Y fue Venecia quien impuso el primer confinamiento completo de una ciudad que tenemos documentado: durante 30 días su colonia en Dubrovnik estuvo en cuarentena en el brote de peste de 1377. Mientras que en la misma Venecia, la Isla de Poveglia, donde se confinaban a los apestados desde época romana, se convirtió en un improvisado cementerio donde arrojar los cadáveres.

https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=4142221
Mapa de la peste en Europa 1347-1351.
Autor:Andy85719. Fuente: wikipedia


La muerte asaltó a uno de cada tres europeos, o incluso más. Se cree que el continente tenía 80 millones de personas y vio reducida su población a 30 millones tan solo entre los años 1346-1353. Sumando los fallecimientos en el resto de los continentes afectados y las personas que perecieron por el hambre derivada de malas cosechas, campos abandonados y pérdida de la red comercial, se cifra en 100 millones de muertos o incluso el doble.

Hubo que esperar al siglo XIX para que los investigadores descubrieran que la peste la producía un bacilo que portaban las pulgas de las ratas. Y las ratas convivían con las personas en los campos, en los graneros, en los molinos, en las calles, en las casas, en los carros que transportaban el cereal a las ciudades, en los barcos que hacían las rutas comerciales más lejanas… y aquellas pulgas podían estar en cualquiera de las mercancías, incluso en la tela que se compraba para una capa nueva. Al matar a las ratas, las pulgas saltaban a los humanos.

Todos aquellos acontecimientos afectaron a las costumbres y tradiciones. Por ejemplo, se perdió el hábito de sellar un acuerdo con un beso. Pero también creó nuevas iconografías en la pintura, obras de teatro y danzas. La enfermedad y sus consecuencias nos han llegado a través de numerosas narraciones. Petrarca fue uno de los que describió como Florencia fue atacada por la peste que le arrebató a su amada Laura. Otras crónicas de la época narraban hechos terribles y acababan preguntándose si quedaría alguien que pudiera leerlas en el futuro. Petrarca confiaba en que algo tan horrible no se repetiría.

¡Oh, feliz prosperidad, que no experimentará tan abismal tristeza y verá nuestro testimonio como una fábula! Petrarca.

Imagen: casa del libro
Imagen:casa del libro
La famosa obra El Decamerón de Giovanni Boccaccio que narra la huida de un grupo de jóvenes hasta una villa donde se aíslan y pasan su confinamiento relatando cuentos, es una muestra de la gente de ciudad que huía al campo. Pero también los campesinos huían a la ciudad, dejando las tierras abandonadas.

Al cabo de los años, la peste desapareció. El mismo Boccaccio nos cuenta que cuando todo acabó los habitantes de Florencia se volvieron lascivos y disolutos. En todas partes hubo personas que se convirtieron en delincuentes, estafadores y saqueadores.

Pero de aquella terrible pesadilla también surgió un mundo nuevo.  La emigración de los campesinos a la ciudad dejó a los señores feudales sin vasallos. El régimen que había imperado hasta entonces se derrumbó. Los labradores que decidieron permanecer en el campo, pudieron acceder a extensiones medianas de tierras que habían quedado sin dueño, lo que dinamizó la economía rural.

Imagen de dominio público. Wikipedia.
La imprenta dinamizó
la cultura y difundió
las ideas renacentistas.
Imagen de una imprenta
europea del siglo XV.
Dominio público.
Wikipedia.

En las ciudades había mucho trabajo por hacer y poca población. La demanda de trabajadores subió los salarios y nació la clase media. Las zonas urbanas florecieron. La gente quería vivir y legarle a sus hijos un mundo mejor.

La mentalidad cambió. Dios dejó de ser el centro de todo y la sociedad pasó de ser teocéntrica a ser antropocéntrica. Los avances tecnológicos se sucedían: la imprenta, la óptica, la cartografía… Europa se modernizó. El comercio se revitalizó. El arte volvió al gusto clásico y recibió un impulso nunca visto. Las consecuencias de la peste aceleraron, según muchos historiadores, el paso de la Edad Media al Renacimiento.

En aquella ocasión, la humanidad salió reforzada de la tragedia, pero la peste no estaba dispuesta a marcharse y volvió en diversos brotes a lo largo de los siglos. Fueron menos graves que los del siglo XIV, pero también afectó a millones de personas. El mismo Nostradamus prestó sus servicios intentado erradicar la epidemia en la que perdió a su primera esposa y a sus dos hijos en 1537. En Venecia falleció el gran pintor Tiziano, también víctima de otro brote en 1576. Cien años después encontramos  una nueva epidemia que afectó a varios países americanos y que acabó con la vida de Juana Inés de la Cruz en México en 1695. Y fue la aparición de la llamada tercera peste en 1855 la que obligó a la comunidad científica a investigar sobre ella por miedo a repetir la historia del siglo XIV. En el siglo XIX se consiguió descubrir el bacilo y dar con un tratamiento.

Honras fúnebres a Tiziano. Alexandre Hesse (1832).
Imagen de dominio público. Wikipedia.

Lee Historia de las pandemias desde la antigüedad al siglo XXI en estos artículos.