Pocos meses después de arrancar la andadura de este blog en 2011, dediqué una entrada a mis recuerdos de una telenovela mítica en su país: Café con aroma de mujer (Colombia, 1994). Esta serie arrasó en el mundo entero y llegó a estar, hasta el año pasado, en el segundo puesto de telenovelas más vistas de todos los tiempos (ahora copan el mercado los seriales turcos). No era mi telenovela favorita, pero era una historia diferente donde se aprendía mucho sobre todo el proceso de elaboración del café.
Hace tiempo que dejé de ver telenovelas, pero el año pasado no pude resistir la tentación porque… RCN se atrevió a volver a grabar Café con aroma de mujer. Aquello era todo un reto, algo muy arriesgado. Incluso, más arriesgado de lo que ellos pensaron, porque esta revisión de un clásico del género, idolatrado por varias generaciones en bastantes países, comenzó a grabarse en 2020.
Café con aroma de mujer (2021). Foto: Cosmopolitan. |
El inicio de la pandemia detuvo todos los rodajes en el mundo entero y el parón del sector llegó también a Colombia. Tras esos meses de confinamiento e incertidumbre, el equipo de Café consiguió los permisos para iniciar sus grabaciones. El sector audiovisual colombiano tenía puestos los ojos en este rodaje: si ellos conseguían grabar su serie, se reiniciarían las demás producciones. Hicieron grupo burbuja en mitad de una hacienda del eje cafetero, tomaron precauciones contra la Covid, PCR semanales, grabaron exteriores en Bogotá y Nueva York (con espontáneos que cruzaban la calle o bajaban del autobús con mascarilla en un Manhattan mucho más vacío de lo habitual). Pese a los cuidados, muchos miembros del equipo se contagiaron, pero la serie se puedo grabar y estrenar en los plazos previstos. Y todo el engranaje audiovisual volvió a ponerse en marcha en Colombia, como ya se estaba haciendo en el resto del mundo.
Quizá fuera necesario una actualización de la novela. Aquella se desarrollaba en un mundo sin teléfonos móviles, ni redes sociales que puede resultar ajeno a los jóvenes de hoy en día. O quizá no fuera necesario porque las audiencias en Colombia no fueron las esperadas. El boom llegó cuando Netflix la incluyó en su catálogo. Se posicionó rápidamente en lo más visto con 300 millones de visualizaciones en las primeras cinco semanas, y se mantuvo en el top 10 hasta marzo de 2023. Además es una de las series de Netflix que más espectadores ha vuelto a ver.
En las dos versiones la historia es la misma: una andariega y su madre llegan cada octubre a la hacienda Casablanca para la recolección del café. Teresa Suárez, llamada la Gaviota, canta mientras trabaja llamando la atención del hijo (nieto en la versión original) del dueño. Los jóvenes se enamoran, pero la diferencia de clase los separa.
En ambas producciones todo gira entorno al mundo del café, desde su siembra y recolección hasta su exportación y el momento en que llega a nuestra taza. El fuerte carácter, la inteligencia, el estudio y el trabajo llevan a Gaviota hasta la cima. La diferencia radica en que en 1994 la protagonista consigue esto para sí misma, pero en 2021 lucha para que estos logros los alcancen otras muchas y al final de la historia monta una cooperativa de mujeres que cultivan y venden su propia marca de café.
La nueva versión ha sido calificada como feminista. Sin embargo, han tenido que conservar aspectos machistas y homófobos que forman parte del eje vertebrador de la historia. Han suprimido el tema de la trata de blancas, pero han introducido la crítica a la violencia de género y la discriminación hacia los inmigrantes. Además se habla de algo muy actual: internet y las redes sociales que son herramientas de aprendizaje y entretenimiento, pero también lugares donde se puede mentir, estafar y herir a los demás. El blanqueo de dinero por parte de los malos de la historia ocupa un lugar predominante, aunque pocas veces se pronuncia la palabra «narcotráfico». Y se trata algo que yo nunca había visto en una telenovela de corte romántico: la guerrilla (que en el país llaman guerra). Una de las subtramas nos presenta a dos personajes que han huido de ella pero han quedado marcados y son rechazados por la sociedad. (Para los interesados en este tema recomendamos Canto para no llorar. Arelys Henao una bionovela sobre esta cantante colombiana).
Y, quizá a alguien le sorprenda que lleguemos a este punto sin haber hablado del galán de la historia, Sebastián Vallejo. Los actores elegidos para interpretarlo en las dos versiones tienen mucho (todo) que ver con que las féminas se hayan enamorado de un personaje guapo y bueno, pero demasiado indeciso y manipulable (en 1994 y en 2021).
En España la comenzó a emitir en abierto Telecinco en 2022. Pero la audiencia no fue la esperada tras el enorme éxito que cosechó en Netflix (quizá, precisamente por ello, los interesados ya la habían visto sin los numerosos cortes publicitarios y optaron por verla de nuevo en la plataforma). Así que Telecinco la trasladó al canal Divinity. No obstante, para el último capítulo, emitido en marzo de 2023, le reservó el prime time de esa cadena.
La serie tiene numerosos exteriores que hacen que te enamores del eje cafetero de Colombia y resalta cómo el país ha conseguido emerger gracias al turismo que atrae la región. El desenlace es ligeramente diferente al original, y yo me inclino más por el actual.
Y, ya una reflexión personal que, seguramente, poca gente se hará: ¿por qué se especifica que la trama comienza en octubre de 2020 y se obvia completamente la pandemia aunque se «cuelen» personas con mascarillas en algunas escenas? Quiero decir, que si se está adaptando un guion de 1994 no hay necesidad de mencionar que la acción transcurre en 2020 si no se quiere hacer ninguna referencia al grave acontecimiento que sacudió el mundo ese año, podían no dar fechas, la historia podía haber sucedido en 2018 o en 2024. Otra serie más que decide que su acción transcurre en 2020, pero que finge que ese año no pasó nada reseñable.
Sea como fuere, Colombia vuelve a colocarse en la referencia mundial como el país del café, de Café con aroma de mujer.
2 comentarios:
Buenooo... Yo voy a hablar sólo de dos telenovelas que, en cierto modo me interesaron de crío y que son con las que comenzó todo este boom telenovelero: la brasileña...¡ahora no me acuerdo...era una ambientada en el siglo XIX y yo estaba enamorado de la prota.... ¡Dona Bella o algo así se llamaba
. Esa empezó en el 88 o por ahí. Y luego la que hizo que todo el mundo hablara de los culebrones venezolanos: Cristal y Luis Alfredo....jajaja ¡Qué tiempos
Lo que me pregunto es cómo una telenovela turca puede triunfar en un Occidente que aún no está totalmente islamizado... ¿Es que las señoras salen sin hiyab
carlos
¡Ay, Carlos, qué recuerdos me has traído! Era yo bastante pequeña cuando emitieron Dona Beija, o doña Bella como la llamábamos en español. ¿Sabes que Bella es un personaje histórico y se escribieron varios libros sobre ella? En uno de ellos estaba basada esta telenovela.
Creo recordar que antes de "Cristal", habían emitido ya "Los ricos también lloran" y "Caballo viejo". Pero es verdad, "Cristal" revolucionó España, introdujo los "culebrones venezolanos" en nuestro país y supuso un auténtico boom que ha durado varias décadas, hasta que están siendo sustituidas actualmente en fama por las turcas. No he visto ninguna turca, la verdad.
Muchas gracias por tu comentario. Tenía a doña Bella en un rinconcito de la memoria y me la has recordado.
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