El
pasado mes de diciembre llegó a
los cines y a Netflix No mires
arriba (2021) dirigida por Adam McKay y definida como comedia satírica. En este
caso, el momento del estreno ha sido muy importante para la interpretación de
la película por parte de los espectadores. Cuando ves esta cinta consciente de
que el mundo atraviesa una pandemia ignorada por la mayoría y contemplas cómo
sube otra ola más repitiendo el mantra “salvemos la Navidad”, que ya habíamos
probado el año anterior con pésimo resultado, lo que te cuenta McKay no te
parece ficción.
Dicen
que no hay punto medio: adoras esta película o la aborreces. Y la crítica
parece situarse en la segunda opción, pero ha sido nominada a cuatro Oscars,
incluidos mejor película y mejor guion.Cartel de "No mires arriba" (2021).
Foto de Netflix y FilmAffinity.
El
argumento cuenta cómo la doctoranda Kate Dibiasky (Jennifer Lawrence) descubre
un gran cometa que se dirige a la Tierra y lo comunica al Dr. Randall Mindy
(Leonardo DiCaprio). La NASA comprueba que estamos ante un destructor de
planetas que colisionará contra el nuestro en pocos meses y lo pone en
conocimiento de la presidenta de los Estados Unidos, Janie Orlean (Meryl
Streep). Los espectadores estamos acostumbrados a películas de catástrofes
donde el presidente de este país asume el liderazgo mundial y toma decisiones
difíciles para salvar nuestro planeta. Pero, en esta ocasión, es frustrante ver
a los astrónomos intentando explicar la catástrofe inminente a unos políticos
que están mucho más preocupados por su campaña electoral y les dan largas con
un “primero hay que tranquilizarse y después evaluar”. También cabe preguntarse
por qué todos los presidentes de Estados Unidos que salvan el mundo son hombres
y precisamente esta, que no piensa mover un dedo, es mujer. Nunca han tenido
una mujer presidente, pero en la ficción deciden mezclar lo peor de los últimos
gobernantes y encarnarlo en una mujer.
Eso sí, Meryl Streep puede desquitarse del agravio que le hizo Trump, al
calificarla como actriz sobrevalorada, imitando muchas de sus maneras en el
personaje que interpreta.
Los
astrónomos, al ver la inacción del gobierno, deciden filtrar la noticia a la
prensa. Parece buena idea: vamos a contar al mundo que un cometa destruirá
nuestro planeta en pocos meses y la gente se movilizará… Pero, eso sería
creíble hace unos años. Hoy, en una pandemia donde vemos la reacción
mayoritaria, sabemos que no va a resultar como ellos esperan.
Kate
y Randall acuden a un programa de gran audiencia donde los presentadores
bromean sobre el asunto. Kate, desesperada, les grita que van a morir todos.
Rápidamente se convierte en la loca que protagoniza todos los memes de internet
y queda vetada por la prensa que solo quiere al guapo astrónomo que mantiene la
calma. Kate se ve sola, rechazada por su propia familia y expuesta al escarnio
público, mientras Randall se deja seducir por la fama mediática.
Aquí
entra en juego también la tecnología. Un billonario que maneja los últimos
avances ofrece una solución que, aunque no ha sido experimentada con
anterioridad, será nuestro as bajo la manga. Todos lo escuchan entusiasmados y
frotándose las manos ante el descubrimiento de que el cometa está formado por
metales preciosos que puede enriquecerlos. A la población le prometen muchos
puestos de trabajo.
Randall
reacciona casi al final de la película, pero ya han lanzado el grito de “¡Os
quieren robar la libertad!” y la campaña “no mires arriba”, negacionista hasta
la ceguera, está en marcha con millones de personas coreándola incluso con el
cometa sobre sus cabezas.
La
película se cierra con un triple final. El primero, a punto de ser eliminado
del guión por el propio McKay, es el que se reconoce como el más verosímil. Los
dos que se encuentran en los títulos de crédito son el “después”.
Todo
lo que cuenta No mires arriba encaja
a la perfección con la situación actual que vive el mundo. Muchos lo consideramos
en su estreno un film que hablaba de la pandemia, de aquellos poderosos que se
mueven por intereses, de los gurús de la tecnología perfectamente reconocibles,
de los que se enriquecen con las desgracias, de los que no escuchan a los
científicos y los descalifican.
Pero
estábamos equivocados. La película no habla de la pandemia. El propio McKay
cuenta que, en realidad, el cometa es una metáfora del cambio climático y que
la idea nació hace diez años, aunque no se decidió hasta que en 2018 leyó un
informe de la ONU sobre el cambio climático y se pasó dos noches sin dormir
pensando que esta catástrofe ya era el presente, no un futuro lejano. Quería un
proyecto que concienciara a la gente. Su amigo y coguionista David Sirota, le
dijo que ni los políticos, ni los medios de comunicación reaccionarían aunque
un meteorito chocara contra la Tierra y así
McKay encarnó la catástrofe climática en la colisión de un cometa como
algo físico, visible e irrefutable, que aún así, muchos ponen en duda en la
película bajo el lema “No mires arriba”.
El
rodaje tuvo que paralizarse por la pandemia. En esos días, McKay escuchó el
discurso negacionista del presidente y comprendió que la realidad ya estaba
superando la ficción. Decidió incluir elementos nuevos en el guión final y
hacerlo un poco más loco, aunque se quejó de que no quería que fuera tan
actual.
¿Eres de los que odian esta película o de los que la adoran? Personalmente no me parece graciosa y no creo que sea la mejor película del mundo. Pero me gusta porque, bajo el paraguas de la crítica, retrata perfectamente un mundo donde se ignora la ciencia y las advertencias que nos lanzan, donde se niega la evidencia, donde los interés económicos priman sobre el sentido común y donde las redes repiten tantas fake news que las noticias reales se pierden en ese mar caótico y convierten cualquier foro en un campo de batalla con carta blanca para el insulto y la burla.
7 comentarios:
A mí me gustó mucho esta película, con esa mezcla tan peculiar de mordacidad, sátira y ternura. Una critica a la condición humana pero sin perder de vista que somos eso, simples humanos llenos de debilidades y defectos. Y que lo único que nos salva es el amor, en su más amplia expresión, pero ni siquiera eso lo sabe o lo consigue todo el mundo.
Saludos!
A mí me gustó mucho la peli. Me encantan Leonardo Dicaprio, Jennifer Lawrence y la gran Meryl Streep. Son geniales. Un reparto muy bueno. Es la realidad. No estamos cuidando el planeta y eso con el tiempo nos pasará factura. Y como siempre, buen blog Maria José. 😊😘😘
Soy el Migue
La vi hace pocas semanas, yo no diría que es comedia..
Sí, Ángeles, a mí también me gustó la película, pero no la encontré graciosa. Al contrario, la encontré triste y realista. ¿Puede parecer realista una cinta de ciencia ficción con un cometa que va a destruir la Tierra? Pues sí, cuando ves que todas las actitudes que retratan son tan reales y actuales que dan más miedo que el propio cometa.
Estoy de acuerdo contigo, lo que nos puede salvar es el amor (hacia el resto de la humanidad, hacia el planeta), la comprensión, la empatía, el dejar a un lado el egoísmo y nunca anteponer los intereses económicos a la vida de las personas y de la propia Tierra... Pero eso, ya lo estamos comprobando, se da muy poco.
Muchas gracias por tu comentario. Un beso.
Hola, Migue. Muchas gracias por las bonitas palabras que le dedicas a mi blog.
Sobre la película, como bien dices, tiene un reparto de lujo que borda sus papeles y retrata una situación totalmente de actualidad. Me alegro que te haya gustado.
Muchos besos.
Pues yo tampoco diría que es comedia, Canoug. De hecho, me quedé sorprendida cuando leí en varias críticas que la definían como comedia y que uno de sus errores era que sus chistes eran muy largos... Para mí es una película dramática que satiriza una situación real bajo la metáfora del cometa. Veremos como envejece esta película... no creo que muy bien.
Muchas gracias por tu comentario.
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