Aclaraba en un artículo anterior que
nunca quise escribir sobre enfermedades, pero el oír, una y otra vez, a los
medios de comunicación calificar la pandemia actual como hecho inédito, me
asombró y me llevó a investigar sobre las que vivieron nuestros antepasados.
Ese es el verdadero origen de esta serie de artículos, a los que he dado un
enfoque histórico, no médico.
Creía que todos habíamos escuchado
hablar de las que han sido calificadas como dos de las peores epidemias vividas en
el pasado: la peste negra (de la que hay multitud de novelas, películas y
series) y la gripe española (menos conocida pero mucho más reciente).
Supongo que, en el fondo, occidente se
sentía muy seguro pensando en todos los avances médicos y tecnológicos que
tenemos en el siglo XXI y nos creíamos a
salvo del ataque de un virus peligroso que colapsara el sistema sanitario.
Imagino que por eso las noticias hablaban de algo “inédito”, por lo inesperado.
He decidido dedicarles su propio
capítulo porque, después del drama vivido, ambas supusieron un avance para la
humanidad.
En el siglo XIV nadie sabía con certeza
dónde se había originado la peste. Ante el miedo general, empezaron a buscarse
culpables, y los primeros en cargar con aquel peso fueron los judíos a los que
se acusaba de haber creado la ponzoña en sus laboratorios y haberla esparcido
(cosa totalmente falsa).
Restos de la fortaleza genovesa en Cafa. Autor de la imagen: Petro Vlasenko. Fuente: wikipedia. |
Actualmente los historiadores defienden
que se originó en Asia y pasó a Europa por las rutas comerciales. Los marinos
ya llevaban varios años hablando de una epidemia mortal que atacaba China,
India y Persia. Muchos dan por cierta la historia del asedio del asentamiento
en Cafa, pero creen que la parte del relato donde catapultan muertos es una
leyenda y que, en realidad, la enfermedad se habría extendido por toda la zona
a través del agua corriente u otros medios naturales. Los marineros y
comerciantes europeos, sin saberse ya infectados, huyeron de allí hacia Marsella y hacia Mesina ciudades por
donde entró la enfermedad a Europa.
Los escritos de la época hicieron
pensar que era una enfermedad urbana, pero el campo sufría la peste tanto como
la ciudad. En todas partes morían familias enteras y había pueblos que quedaban
desiertos. Nadie sabía nada de este mal. La gente pensaba que era un castigo
divino y que llegaba el fin del mundo, organizaban procesiones y rogativas a
todos los santos lo que aumentaba la transmisión. También se hicieron miles
de ritos para intentar ahuyentar el mal
y Europa se llenó de danzas macabras de las que hoy tan solo sobrevive, como
tradición despojada de su intención de recordatorio, la Dansa de la mort que tiene lugar cada Jueves Santo en el pueblo
español de Verges.
Los médicos atribuían la afección a la
corrupción del aire y llevaban las conocidas máscaras de la peste, pero nada
podían hacer por sus pacientes. Otros decían que el origen era geológico, por
movimientos sísmicos o erupciones volcánicas que generaban gases nocivos.
También había quienes le otorgaban una causa astrológica por la influencia de
los planetas, cometas o eclipses.
Todo el que pudo permitírselo aplicó la
misma premisa:
Cito, longe fugeas, tarde redeas. Huye rápido y lejos, regresa tarde.
Aquello podía salvar individualmente,
pero contribuyó a propagar la enfermedad hasta los más recónditos lugares. A
las autoridades les pareció que la única solución era el confinamiento: primero
fueron casas, luego barrios y finalmente poblaciones. Incluso se impidió la
entrada de los barcos a los puertos. Fueron los venecianos los primeros en
utilizar la palabra cuarentena, por los 40 días que Jesús estuvo en el
desierto. Y fue Venecia quien impuso el primer confinamiento completo de una
ciudad que tenemos documentado: durante 30 días su colonia en Dubrovnik estuvo
en cuarentena en el brote de peste de 1377. Mientras que en la misma Venecia,
la Isla de Poveglia, donde se confinaban a los apestados desde época romana, se
convirtió en un improvisado cementerio donde arrojar los cadáveres.
Mapa de la peste en Europa 1347-1351. Autor:Andy85719. Fuente: wikipedia |
La muerte asaltó a uno de cada tres
europeos, o incluso más. Se cree que el continente tenía 80 millones de
personas y vio reducida su población a 30 millones tan solo entre los años
1346-1353. Sumando los fallecimientos en el resto de los continentes afectados
y las personas que perecieron por el hambre derivada de malas cosechas, campos
abandonados y pérdida de la red comercial, se cifra en 100 millones de muertos
o incluso el doble.
Hubo que esperar al siglo XIX para que
los investigadores descubrieran que la peste la producía un bacilo que portaban
las pulgas de las ratas. Y las ratas convivían con las personas en los campos,
en los graneros, en los molinos, en las calles, en las casas, en los carros que
transportaban el cereal a las ciudades, en los barcos que hacían las rutas
comerciales más lejanas… y aquellas pulgas podían estar en cualquiera de las
mercancías, incluso en la tela que se compraba para una capa nueva. Al matar a
las ratas, las pulgas saltaban a los humanos.
Todos aquellos acontecimientos
afectaron a las costumbres y tradiciones. Por ejemplo, se perdió el hábito de
sellar un acuerdo con un beso. Pero también creó nuevas iconografías en la
pintura, obras de teatro y danzas. La enfermedad y sus consecuencias nos han
llegado a través de numerosas narraciones. Petrarca fue uno de los que
describió como Florencia fue atacada por la peste que le arrebató a su amada
Laura. Otras crónicas de la época narraban hechos terribles y acababan
preguntándose si quedaría alguien que pudiera leerlas en el futuro. Petrarca
confiaba en que algo tan horrible no se repetiría.
¡Oh, feliz prosperidad, que no experimentará tan abismal tristeza y verá nuestro testimonio como una fábula! Petrarca.
Imagen:casa del libro |
Al cabo de los años, la peste desapareció.
El mismo Boccaccio nos cuenta que cuando todo acabó los habitantes de Florencia
se volvieron lascivos y disolutos. En todas partes hubo personas que se
convirtieron en delincuentes, estafadores y saqueadores.
Pero de aquella terrible pesadilla también surgió un mundo nuevo. La emigración de los campesinos a la ciudad dejó a los señores feudales sin vasallos. El régimen que había imperado hasta entonces se derrumbó. Los labradores que decidieron permanecer en el campo, pudieron acceder a extensiones medianas de tierras que habían quedado sin dueño, lo que dinamizó la economía rural.
La imprenta dinamizó la cultura y difundió las ideas renacentistas. Imagen de una imprenta europea del siglo XV. Dominio público. Wikipedia. |
En las ciudades había mucho trabajo por
hacer y poca población. La demanda de trabajadores subió los salarios y nació
la clase media. Las zonas urbanas florecieron. La gente quería vivir y legarle
a sus hijos un mundo mejor.
La mentalidad cambió. Dios dejó de ser
el centro de todo y la sociedad pasó de ser teocéntrica a ser antropocéntrica.
Los avances tecnológicos se sucedían: la imprenta, la óptica, la cartografía…
Europa se modernizó. El comercio se revitalizó. El arte volvió al gusto clásico
y recibió un impulso nunca visto. Las consecuencias de la peste aceleraron,
según muchos historiadores, el paso de la Edad Media al Renacimiento.
En aquella ocasión, la humanidad salió
reforzada de la tragedia, pero la peste no estaba dispuesta a marcharse y
volvió en diversos brotes a lo largo de los siglos. Fueron menos graves que los
del siglo XIV, pero también afectó a millones de personas. El mismo Nostradamus
prestó sus servicios intentado erradicar la epidemia en la que perdió a su
primera esposa y a sus dos hijos en 1537. En Venecia falleció el gran pintor
Tiziano, también víctima de otro brote en 1576. Cien años después
encontramos una nueva epidemia que
afectó a varios países americanos y que acabó con la vida de Juana Inés de la
Cruz en México en 1695. Y fue la aparición de la llamada tercera peste en 1855
la que obligó a la comunidad científica a investigar sobre ella por miedo a
repetir la historia del siglo XIV. En el siglo XIX se consiguió descubrir el
bacilo y dar con un tratamiento.
Honras fúnebres a Tiziano. Alexandre Hesse (1832). Imagen de dominio público. Wikipedia. |
Lee Historia de las pandemias desde la antigüedad al siglo XXI en estos artículos.
32 comentarios:
Muy buena exposición!
Estupenda narrativa histórica gracias. Muy interesante
La culpa fue de la iglesia católica de la gravedad que se vivió en Europa por que satanizaron a los gatos hasta casi exterminarlos las ratas no tenían enemigo natural se reprodujeron como parásitos y propagaron la peste otros de los que propagaron La peste fueron los flagelantes que por donde pasaban llevaban a las ratas y sus pulgas. Ya que nombraste a dos de los tres grandes de la literatura italiana. PETRARCA.Y BOCCACCIO. SOLO TE FALTO DANTE ALIGHIERI. Saludos
La Peste Negra no la transmitieron las ratas... sino los humanos
Un estudio revela que los piojos y pulgas que vivían en las personas y sus ropas fueron las que propagaron la enfermedad que devastó Europa en la Edad Media
Excelente descripción de una de las pestes que azotó a la humanidad. Sólo faltó decir que se trataba de la PESTE NEGRA o PESTE BUBÓNICA.
Gracias por compartir esta información del final de la época medieval
Muy largo de leer, pero mereció la pena...hubo grandes cambios despues de La Peste...¿q cambios veremos nosotros después del covid...?
Tremendo!!!! Que triste y.desesperante!!
Excelente relato, gracias por ilustrarnos.
Excelente relato, información que nos hace ver que no es fácil la situación actual, pero que Si podemos tener la esperanza que pasara...gracias por compartir.
Gracias por tan interesante información.
Muchas gracias, gran relato ...hay que recordar siempre.
Al final de cuentas la peste se propagó porq la vida era poco higiénica. Bañarse no era bien visto. La gente usaba la misma ropa día a día. Las novias se casaban en mayo para disimular los olores con los ramos de flores de primavera.
Omaira
Se le echó la culpa a los judíos porque estos apenas enfermaban, y era porque conservaban una higiene impecable, con lavados de manos al levantarse, antes de comer y de rezar.
Gracias por la información, nos hace ver que siempre hay que buscar el lado positivo de todo,pero es muy duro lo que pasó y lo que nos está pasando.
Muy buen relato. Muchas gracias
Gracia por el relato. Esto me hace pensar que de vez en cuando surgen pandemias.....no será qué somos demasiados seres humanos en el planeta y la madre naturaleza pone todo en su sitio?
Muy bien documentado. Muchas gracias!
Lita.
Qué interesante. Da gusto leer estas cosas. Enhorabuena.
Lo leí de principio a fin y me sigue resultando muy interesante. Gracias.
Excelente reseña, siempre se sigue aprendiendo
Lo mismo que ahora! Otro tiempo, de nuevo ataca. Selección natural?? Vaya a saberse
Y todo sucedió osea la invasión de las ratas seda por la caída del Imperio Romano ya que todo el sistema de salubridad como, el agua potable, alcantarillado y todo el sistema de salud se derrumbó dando paso a la aparición del desaseo e invasión de plagas entre ellas las ratas, si señor
Gracias Rafael.
¡Muchas gracias por tus palabras, Sandrita.
Gracias por tu aporte Amado. Saludos.
Es evidente que cuando una enfermedad salta de un animal a una persona, ya los que contagian son las personas. Gracias por comentar, Roran.
Sí, Juan, tienes razón que me faltó ponerle el nombre completo. Gracias por aclararlo y dejar tu comentario. Me alegra que te haya gustado cómo he contado este triste episodio de la Historia.
Gracias por comentar, Belén.
Bueno, Carmen, es cierto que el artículo es largo, pero me alegra mucho que te parezca que ha merecido la pena leerlo. Me quedo con tu pregunta ¿qué cambios habrá después de la covid? ¿Habrá alguno? Espero que sí, que haya cambios para bien.
Sí, Nora, tremendo como muy bien dices. Una historia muy triste. Gracias por comentar.
Gracias por leer el artículo Aldo y por comentarlo.
Gracias por tu reflexión, Martha. Creo que ninguno de nosotros esperábamos vivir una pandemia que nos recordara aquellos tristes acontecimientos. Me alegro que veas en ello esperanza de que esto también pasará.
Me alegro de que te haya resultado interesante el artículo Gustavo. Gracias.
Comparto contigo la opinión de que hay que recordar Joana, hay que recordar la Historia. Hay cosas que suceden porque no se hace caso ni a los libros de Historia, ni a los relatos de los ancianos. Gracias por tu comentario.
Gracias por tu aportación Omaira. Es cierto que hubo épocas en las que incluso estaba mal visto mantener la higiene personal.
Cristina, gracias por la información que nos comentas. Desconocía ese dato.
Sí, Pili, es muy duro lo que pasó y que aquello nos recuerde en cierta forma a nuestra época.
Gracias, Isabel.
Mathilde, se escucha a muchas personas y también a investigadores decir eso mismo que comentas, que las epidemias pueden ser el modo en el que la naturaleza controla la población. Hay epidemias tanto entre personas, como entre especies animales. Gracias por tu reflexión.
He consultado muchas fuentes para documentarme y hablo desde el punto de vista histórico y humano. Gracias Lita
¡Muchas gracias, Merche! Muy amable.
Me alegra que te resulte interesante de principio a fin, Luis. Gracias.
Gracias, Leonardo. Me alegra que te haya gustado el artículo.
Buen,Marta, lo mismo, lo mismo que ahora, no, por suerte (o por el momento, esperemos que vaya a menos). Pero sí que es verdad que nos recuerda a lo que pasamos en estos momentos. Precisamente por eso, comencé a investigar estos temas. Gracias por comentar.
Sí, Mirian, es verdad que muchos investigadores creen que la falta de higiene está en el origen de muchas enfermedades. Gracias por dejar tu comentario.
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