Nuestro
sueño de visitar Florencia se había cumplido y solo por cuestiones de escalas
nos encontrábamos en Pisa. No era nuestro objetivo, pero ya que estábamos allí
y teníamos unas horas libres, decidimos visitar el centro histórico. Gracias al
mapa sabíamos que el Campo de los Milagros no podía estar muy lejos, aunque no
lográbamos ver la torre por ninguna parte. Se supone que una torre tan alta
debería divisarse en la distancia, con su deslucido color gris, como la
representaban tantas pobres figuritas que vendían a módico precio en todos los
mercados de Florencia. Con esa imagen en mi mente se me antojaba como cualquier
torre del mundo, solo que esta era famosa por estar inclinada.
Al
doblar una esquina nos la encontramos. De repente. Surgida de la nada,
ligeramente inclinada y con el mármol más blanco y más brillante que había visto.
Estaba ante la famosa Torre de Pisa. El aire se detuvo en mis pulmones, los
ojos se me llenaron de lágrimas y reí de felicidad. En aquel momento pensé que
aquello era lo más hermoso que había visto en mi vida, pensé que podía sufrir
el síndrome de Florencia ante la Torre de Pisa, pensé que valía la pena todo el
cansancio por estar ante la verdadera joya de mi viaje.
Nos
miramos y reímos. Fue un momento emocionante. Después de tantas cosas hermosas
que había visto me llevaba una maravillosa sorpresa en el Campo de los
Milagros. Quizá, precisamente, porque no esperaba demasiado, me rendí ante la
torre y desterré para siempre la estúpida idea de que su fama se debía a su inclinación.
© MJ
Torre de Pisa. Fotografía propiedad de la autora del relato. |
Relato para el concurso de Zenda #historiasdeviajes
4 comentarios:
pues una torre espectacular desde luego que quizás su fama es a la inclinación, pues desde luego todo es con el color que se mire y como bien dices quizás como es ver por si mismo esas maravillas, una de las curiosidades de esa torre que en la edad moderna los técnicos la inclinaron mas al congelar el cenagal que esta debajo de ella gracias
Gracias a ti por la información y por el comentario.
Lo que cuento es que yo era una tonta que creía que era famosa por estar inclinada (aunque hay otras inclinadas, tambien en España, en mi blog hay un artículo sobre ello que publique hace unos años). Pero no es por estar inclinada, es famosa porque es preciosísima.
gracias a ti MJ, te entendí te expresas muy bien dejas claro tus emociones, desde luego que es muy bonita suerte con el relato
Gracias, Miguel Ángel.
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