Parece mentira que a estas alturas aún queden obras
de los genios de la literatura universal sin traducir al castellano y este era
el caso de Los papeles de Mudfog de
Charles Dickens. Por suerte, la editorial Periférica le encargó la labor a
Ángeles de los Santos, quien también hace un magnífico postfacio. ¡Y ya tenemos
este divertido libro todo para nosotros!
La edición recoge relatos publicados inicialmente en
la revista Bentley’s Miscellany entre
1837 y 1839 y que se convirtieron en libro en 1880. Los papeles de Mudfog son tres textos sobre esta imaginaria ciudad:
“La vida pública del señor Tulrumble, en otro tiempo alcalde de Mudfog” e “Informe
completo de la primera y segunda reunión de la sociedad Mudfog para el avance
de todo”. Completan la obra “La pantomima de la vida”, “Detalles referentes a
un león”, “Robert Bolton, el caballero con contactos en la prensa” y “Epístola
familiar de un padre a su hijo de dos años y dos meses”.
En “La vida pública del señor Tulrumble”, vemos la
maestría de Dickens para describir las ciudades y los personajes, así como su
sentido del humor, con un alocado desfile en el que el señor Tulrumble, pese a
su ambición, se convierte en el centro de todas las burlas.
“Los informes de la Sociedad Mudfog para el Avance
de Todo”, elaborados por un magnífico corresponsal que nos enumera hasta los
más mínimos detalles, es una parodia de la Sociedad Británica para el Avance de
la Ciencia. Aquí los científicos tienen las más sorprendentes ideas, a cada
cual más descabellada, para solucionar los problemas de la sociedad.
En “La pantomima de la vida”, nos dice, ni más ni
menos, que la vida es puro teatro. Las personas se ríen cuando los
protagonistas son otros, pero se quejan de su
desgracia cuando se trata de sí mismos.
En “Detalles referentes a un león”, habla de un león
literario que es exhibido en público y tiene que mostrarse manso.
En “Robert Bolton, el caballero con contactos en la
prensa” nos relata la historia del panadero asesino.
Y en “Epístola familiar de un padre a su hijo” se
despide de la revista como si de un hijo se tratara, introduciendo el tema del
cambio explícitamente.
Aunque esta es una obra temprana del autor, cuando
aún firmaba con seudónimo, ya está presente el estilo y los temas propios de
Dickens, revestidos de humor y comicidad.
2 comentarios:
Anda, qué sorpresa. Me alegro mucho de que te guste el libro.
Gracias :)
Gracias a ti por tu maravillosa traducción.
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