Todos los países tienen sus peculiaridades entre
regiones con sus propias costumbres, sus diferencias lingüísticas y sus
relaciones. Existen infinidad de tópicos y chistes circulando que arrancan una
sonrisa o que pueden molestar a alguien.
Bienvenidos
al norte (2008) es una
película francesa donde se explota las diferencias entre el norte y el sur del
país. El protagonista, que intenta por todos los medios ser trasladado al sur,
acaba en el norte para su desconsuelo y el de su esposa que no se decide a acompañarlo
al lugar donde los catetos campan a sus anchas, donde no se les entiende cuando
hablan y hace un frío horrible. Pero será esa gente por la que siente tantos
prejuicios quienes se convertirán en sus mejores amigos.
Bienvenidos
al sur (2010) es una
película italiana de similar argumento. Dado el éxito de la francesa en todos
los países donde fue estrenada, los italianos decidieron hacer su propia
versión, porque sí, ellos también tienen sus tópicos y el sur es un lugar
terrible para nuestro protagonista que acaba, como no podía ser de otra forma,
estrechando lazos de amistad con quienes tanto temía.
Así llegamos a la versión patria, Ocho apellidos vascos, que ha sabido
sacar punta a los tópicos, hacer una sucesión de chistes y que ha llenado las
salas de cine de todo el país, convirtiéndose en la película más taquillera y
cosechando no pocos premios. Nuestra versión no puede considerarse un remake,
ya que, aunque aderezada con todos los tópicos que corren sobre Andalucía y el
País Vasco, se trata de una comedia romántica donde Rafa es un sevillano capaz
de recorrerse toda España y llegar a las temidas vascongadas para conquistar a
Amaia que, por supuesto, opina que el andaluz es un vago, un cateto y un
graciosillo. En Argoitia tendrá que hacerse pasar por Antxon, antiguo prometido
de Amaia para que Koldo, padre de la muchacha, no descubra la deuda que le ha
dejado su fallida boda. Desde ese momento Rafa vivirá mil aventuras para
guardar el secreto de Amaia, incluida la de tener que enumerar sus ocho
apellidos vascos ante su suegro.
Según la película los vascos no pueden ver a los
andaluces ni en pintura, cosa que me sorprendió, porque eso no lo había
escuchado nunca.
Confesemos que todos hemos visto la película y nos
hemos reído con sus chistes, pero yo no he podido evitar preguntarme si a los
vascos les habrá sentado mal, porque los andaluces ya estamos acostumbrados a
los tópicos y las bromas fáciles que se hacen sobre nosotros. Supongo que habrá
gente a la que haya podido ofender, pero los guionistas de la película ya
tenían experiencia en esto de los tópicos vascos con el programa de televisión Vaya semanita que iniciaron varios años antes y que tiene mucha
audiencia.
4 comentarios:
La mejor manera de ir acabando con los tópicos es reírse de ellos.
Me reí, pero la peli no me gusto del todo.
Y ante la gente que nos trata como si fuéramos un tópico nada mejor que desmitificarlo y hacer unas risas.
Me parece atinada tu referencia a Bienvenidos al norte. No me había vuelto a acordar de ella, pero, ahora que lo dices, me parece inevitable establecer comparaciones.
La española no conseguí verla entera, me resultó muy rancia, pesada y de chiste fácil. Quizá la intención sea acabar con los tópicos, pero a mí me parece que, al contrario, insiste en ellos, con todo lo que eso supone.
Pero se ve que a la mayoría le gusta.
Gracias por tu aportación, Guille. Estoy de acuerdo contigo :-)
Gracias por tu opinión, Ángeles. Tienes razón en que insiste en los tópicos, pero para reírse de ellos. Siento que no te haya gustado la película. No es para tirar cohetes, pero tampoco esta mal.
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