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jueves, 15 de abril de 2021

Aniversario de la fundación de Venecia.

El pasado día 25 de marzo de 2021 a las 12 de la mañana se cumplieron 1600 años de la fundación de Venecia y la ciudad lo celebró discretamente debido a la pandemia. Los festejos se alargarán todo un año para que se puedan realizar diferentes actos conmemorativos. Como dijo su alcalde, la Serenissima sigue viva.

Vistas del Gran Canal.


En Europa no estamos acostumbrados a conocer el día exacto, hasta con hora incluida, de la fundación de nuestras ciudades. Pero la tradición veneciana recoge su nacimiento el día 25 de marzo del año 421 d.C. basándose en un manuscrito posterior, el Chronicon Altinate, donde se narra cómo se estableció un puerto comercial y se colocó la primera piedra de la iglesia de San Giacomo de Rialto, que se convirtió en la única construcción superviviente durante el gran incendio que asoló la zona en 1514 según recogen los Diarii que vuelven a citar a las crónicas anteriores.

Islas que forman Venecia.
Los historiadores respetan esa tradición pero aclaran que está más cerca de la leyenda que de la realidad. La creación de Venecia fue un proceso gradual fruto de asentamientos temporales de personas que huían de las invasiones bárbaras durante el Imperio Romano. Los bárbaros no podían adentrase en la laguna con los caballos, por lo que se convertía en un refugio seguro pero en un entorno muy difícil. Sin embargo, no tuvieron más remedio que establecerse en las islas cuando los hunos los obligaron a desplazarse hasta allí en el siglo V.

En el año 466 se estableció un sistema de autogobierno. Con el paso del tiempo Venecia se convirtió en la fortaleza militar del Imperio Bizantino, pero fue logrando autonomía con el preciado monopolio de la sal y acabó consiguiendo la independencia. El comercio y su industria naval la convirtieron en una de las potencias más importantes del Mediterráneo, hasta el punto de escenificarse ese dominio en una ceremonia casi sagrada. El día de la Ascensión de cada año desde 1177 tenía lugar los Esponsales del mar que finalizaban con la llegada del Doge en la cubierta revestida de oro del Bucintoro (una enorme galera que era el tesoro nacional) al puerto de San Nicolo donde arrojaba un anillo de oro como símbolo del enlace de Venecia con el mar. Estos festejos iban acompañados de indulgencias para todos los que visitaran la Basílica de San Marcos en los días siguientes, con lo que la ciudad se convertía en un centro de congregación de peregrinos que después continuaban su viaje hacia Tierra Santa.

Como vemos, Venecia está jalonada de símbolos y fechas clave y una de ellas es el año 1204, cuando, en el saqueo de Constantinopla durante la Cuarta Cruzada, las fuerzas venecianas se llevaron los caballos de bronce que se encuentran desde 1254 en la basílica de San Marcos.

Reproducción de los caballos en la terraza de la basílica de San Marcos.
Los auténticos se encuentran en el museo interior del templo para preservarlos.

Pero no todo iban a ser días de gloria y la ciudad de los canales también vivió momentos aciagos. Venecia sabe mucho de epidemias y la peor que vivió fue la peste de 1348 que se cobró la vida de las tres cuartas partes de la población. Fueron los venecianos los primeros en utilizar la palabra cuarentena (en referencia a los cuarenta días que Jesús pasó en el desierto) y en hacer el primer confinamiento de una ciudad que tenemos documentado (su colonia en Dubrovnik durante el brote de peste de 1377). Ya desde época romana, una de las islas de Venecia fue utilizada como Lazzaretto, y los contagios crecieron hasta el punto de que hubo que distinguir entre Lazzareto Vecchio y Lazzareto Nuovo. Por todos los conocimientos acumulados durante las epidemias que sufrió se convirtió en 1480 en el primer lugar occidental en instaurar un registro de epidemias conocidas y fundar una institución de sanidad.

En el siglo XVI empezó el declive de esta gran potencia, cuando el Imperio Otomano la cercó, arrebatándole sus enclaves más estratégicos.

Los historiadores no pueden fijar la fecha exacta de la fundación de Venecia, pero sí conocen la fecha del fin de la poderosa República: el 12 de mayo del año 1797.

Napoleón eligió el día de san Marcos, patrón de la ciudad, el 25 de abril, para su ofensiva. El pueblo intentó detenerlo al grito de “¡Viva san Marcos!” mientras hondeaban las banderas del león, pero todo fue inútil. El 12 de mayo Venecia se rindió sin poder evitar el saqueo y la humillación a la que fue sometida: las tropas napoleónicas asaltaron las iglesias y los palacios robando obras de arte de gran valor, entre ellas los caballos de bronce de la basílica de San Marcos que acabaron coronando el Arco de Triunfo del Carrusel en París (aunque fueron recuperados en 1815). Pero lo que más dolió a los venecianos fue ver cómo destruían el Bucintoro, uno de sus símbolos más queridos, hundiendo también en la laguna una ceremonia con más de 600 años de historia: los Esponsales del mar. Después de aquello todo el Véneto acabó formando parte del Imperio Austriaco, lo que hizo crecer el nacionalismo y alimentar la futura unificación de Italia.

Uno de los canales.
Vivir en Venecia siempre fue difícil. Desde el principio se tuvo que establecer un plan de drenaje y cimentación para levantar la ciudad. A unos diez metros de profundidad hay un estrato de terreno muy sólido llamado “caranto” sobre el que los venecianos fueron plantando millones de palos que, seis siglos después, siguen manteniendo todas las edificaciones. Pero, a día de hoy, continúan luchando con el “acqua alta”, una marea que inunda todo y que cada vez sucede más frecuentemente. Para impedir que Venecia se hunda, Italia ha creado diferentes sistemas, actualmente tienen el Módulo Experimental Electromecánico, al que llaman MOSE (en referencia a Moisés que separó las aguas del Mar Rojo).

Existe el dicho de que hay que visitar Venecia una vez en la vida. Está considerada una de las ciudades más bellas del mundo, y millones de turistas acuden cada año. Muchos lo hacen en verano y otros durante su mundialmente famoso carnaval. Pero también es buena fecha para visitarla el domingo siguiente al día de la Ascensión. ¿Por qué ese día? Porque desde 1965 se recuperó la histórica fiesta de los Esponsales del mar, aunque ya no tenga la magnificencia de antaño.

Plaza de San Marcos. Venecia.

Nota: en el momento de escribir estas líneas no se recomienda viajar por la situación de pandemia. En muchos lugares existen restricciones en vuelos y en accesos a ciudades. Hay cierres o límites de aforo en monumentos, museos y hostelería.

5 comentarios:

Helena dijo...

La bella y mágica Venezia. Cuando fui acababa de leer Camposanto de Iker Jiménez, donde situaba a El Bosco en las mazmorras del Palacio Ducale. Maravilloso viaje al que sin duda quiero volver. Gracias María José por compartir tu trabajo. Siempre consigues sorprenderme, menudo trabajo! Besos, bella!!

MJ dijo...

¡Muchas gracias por tus amables palabras, Helena! Me alegro de que te haya gustado el artículo. Besos.

Anónimo dijo...

Muy interesante.
MPilar.

Victoria dijo...

Recomiendo visitar.

MJ dijo...

Gracias, MPilar. Me alegro de que te haya resultado interesante.

Sí, Victoria, es recomendable la visita. Gracias por comentar.

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