Debo confesar que no soy una persona muy deportista, pero siempre me ha llamado la atención el origen y la historia de las cosas, y el deporte no podía ser menos. La mayoría de los deportes modernos son una evolución de antiguas actividades que se desarrollaban en diferentes ámbitos y momentos de la historia. Pero hay dos deportes muy populares que tuvieron lugar y fecha de nacimiento, surgieron de la idea y la ilusión de una sola persona, que lo creó y lo patentó, así de simple. Otro dato curioso es que los dos fueron creados en fechas próximas y en lugares muy cercanos.: última década del siglo XIX en Springfield (Massachussetts, Estados Unidos).
EL BALÓN NAISMITH:
EL BALÓN NAISMITH:
Este deporte surgió de una necesidad. Al señor Naismith, director de actividades deportivas, se le ocurrió que sus atletas no debían permanecer ociosos durante el largo invierno de Springfield mientras las heladas hacían impracticables los terrenos de juego de otros deportes. Debían mantenerse en forma, por lo que necesitaba crear una actividad que no precisara de mucho espacio y pudiera realizarse en un lugar cerrado, tuviera reglas precisas y fuera algo nunca visto.
Un día de invierno de 1892 Naismith reunió a sus alumnos en el gimnasio de Springfield y les explicó el nuevo juego que acababa de inventar: dos equipos, un balón y una caja de melocotones puesta en alto donde debían marcar los tantos. A todos les encantó la idea y le propusieron que el nuevo deporte se llamara “Balón-Naismith”. El bueno del inventor se negó a ello y entonces pasó a llamarse: BALONCESTO.
El baloncesto arrasó América en muy poco tiempo. La caja de melocotones se convirtió en aro de metal con una red que no paraba de crear problemas. Durante décadas, después de cada “canasta” había una persona dedicada a subir con una escalera y soltar la pelota. Los inventores se pusieron manos a la obra para idear algún método de devolución del balón, pero sin demasiado éxito. Hubo que esperar a 1912 para ver como un desconocido puso fin al problema agujereando la red. ¡El señor de la escalera desapareció de escena y el juego se hizo más ágil!
LA MINONETA:
Seguimos en la última década del siglo XIX, esta vez en Holyoke, localidad a las afueras de Springfield. Al señor William J. Morgan, le surgió el mismo problema que a Naismith y lo resolvió con otro nuevo deporte: la Minoneta.
Un día de invierno de 1895 Morgan reunió a sus atletas en el gimnasio, los dividió en dos equipos, colgó una vieja red de tenis, les dijo que utilizaran sus manos como raquetas y les lanzó el globo interior de una pelota de baloncesto. El juego gustó a sus atletas, pero no tanto al resto del público, que no supo gran cosa de la Minoneta hasta el siglo XX. Fue en los primeros años del nuevo siglo cuando el nuevo deporte cambió de nombre, ya que la “Minoneta” era objeto de burla entre algunos. Debido al planteamiento y desarrollo del juego se decidió llamarlo VOLEIBOL.
Los mismos deportistas que jugaban al voleibol en los gimnasios durante el invierno, se encontraban en las playas durante el verano, poniendo en práctica el nuevo deporte. Los veraneantes lo imitaron, convirtiéndose el voleibol en un deporte de playa, que recorrió las costas de América rápidamente.
Nació en un gimnasio, se hizo popular en las playas y se convirtió en deporte olímpico, aunque nunca perdió su carácter “playero”.
7 comentarios:
Curiosidades de todos los temas :-)
Que cabecita tuvieron los entrenadores.
Pues sí que está interesante y curioso, sí.
Yo tengo la firme creencia de que el deporte es malo para la salud, pero esta entrada se la voy a pasar a uno que yo me sé, fan y jugador de baloncesto de nacimiento.
Lo dicho: muy interesante.
¡Qué barbaridad! Cada vez que te leo me quedo de piedra y acabo haciendo mío el famoso lema socrático: "solo sé que no sé nada".
¡Qué buenas sois las tres! Gracias por vuestros comentarios :-) Me hace mucha ilusión cuando veo que me habéis dejado vuestra opinión.
Ángeles, yo también creo que el deporte es malo para la salud :-P
Mientras más te leo, más aprendo; me voy a dormir siendo más sabia :) gracias por tu aportación.
Lastima que los creadores no tengan registrados los derechos de autor porque les daría para vivir muy bién a todos sus descendientes.
Carmen, Natalia gracias por vuestros comentarios. Me hace mucha ilusión que me leais. Besos.
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