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martes, 16 de octubre de 2018

Cuando no encuentras tu obra de arte favorita donde debería estar (arquitectura).



Todos comprendemos la necesidad de restaurar los cuadros, esculturas y edificios cuando sea necesario pero, como contábamos aquí al referirnos a las pinturas de los museos, cuando somos nosotros los que sufrimos la ausencia de nuestra obra favorita, nos queda ese regustillo amargo de que nos ha tocado la china.

La china le tocó a una amiga mía y a todas las personas que acudieron a visitar la famosa Fontana di Trevi (Roma) en el año 2014, cuando, con las monedas ya preparadas en el bolsillo para pedir sus deseos, se toparon con la desaparición de la fuente. ¿Puede desaparecer toda una fuente de gran tamaño adosada a la pared? Pues sí, por el estado de erosión y desperfectos que presentaba fue retirada completamente de su plaza para ser reparada durante 516 días. Pero durante todo ese tiempo la gente siguió lanzando monedas a la nada porque no se resistía a marcharse del lugar sin pedir sus deseos… aunque seguramente fuera (aún) menos probable que se cumplieran...

La Fontana di Trevi tras su restauración.

Creo que a todos nos ha ocurrido que al ir a visitar la plaza principal de la ciudad nos hemos topado con un evento inesperado (para nosotros) que convierte el lugar más representativo en un conglomerado de toldos, llegadas de maratones, o publicidades que  impiden apreciar la arquitectura y los edificios, estropeando la imagen idílica que nos habíamos forjado en la imaginación a fuerza de ver postales (cosa que nos ocurrió en la plaza Markt de Brujas en junio de 2018). Pero esto resulta lógico, ya que la ciudad está viva, y se utilizan los lugares públicos para los acontecimientos principales… 

Plaza Markt de Brujas como meta de
un evento deportivo.
Árbol de navidad en la cúpula
de la Galería Lafayette en París.
También depende del evento del que se trate, porque siempre es más bonito y agradable encontrarse un mercadillo medieval, una feria gastronómica o un árbol de navidad. Aunque no todos pensemos lo mismo, ya que a mí, personalmente, no me hizo especial ilusión encontrarme la esplendida cúpula de la galería Lafayette parcialmente oculta tras un árbol de navidad a medio decorar en octubre.

Hay cosas inevitables, como los varios perímetros que rodean la Torre Eiffel tras los acontecimientos ocurridos en París en 2015, pero nada quedaba ya de la parte aledaña a la torre del Campo de Marte cuando fuimos a visitarlo (octubre de 2017). El lugar que había sido hasta poco antes un jardín de césped mullido donde los visitantes habían comido a los pies de madeimoselle Eiffel estaba completamente vallado y de su verde hierba no quedaba ni el más ligero atisbo. Eso sí, podemos seguir viéndolo en postales e imágenes de archivo.
La Torre Eiffel con varios perímetros de seguridad y vallas
 que también ocultan parte del Campo de Marte.

Yo creo que a estos hechos se les da la menor publicidad posible para no espantar a los turistas. Quizá aparezca una vez en prensa o en televisión, pero la mayoría de los turistas no nos enteramos hasta que nos encontramos con la desagradable sorpresa… o ya están terminados los trabajos. La gente de la calle suele descubrir que un monumento estaba en rehabilitación cuando ha finalizado y ya aparece en todos los medios la noticia, especialmente en prensa, con las fotos del “antes y el después”. La única restauración que conocí de antemano fue la del Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago de Compostela… y como para no enterarse porque tardaron 10 años en recuperar esas esculturas a las que todos los días se les desprendían restos de pinturas y fragmentos que caían al suelo. Eso sí salía en los telediarios día sí, día no. Quizá porque al ser la “meta” del Camino de Santiago hubiese sido casi un pecado callarse y dejar que los peregrinos, que habían llegado caminando cientos de kilómetros desde lejanos lugares por una de las numeras rutas que llenan Europa de conchas doradas, se encontraran, sin sospecharlo, su ansiado Pórtico de la Gloria cubierto por los andamios.

La sorpresa más desagradable que me he encontrado en este sentido ha sido este año 2018 (la misma que se encontraran millones de turistas en los siguientes, porque se calcula que no estará finalizada la restauración hasta 2021). Teníamos ya comprado el viaje a Londres cuando descubrimos por el blog de un viajero que el Big Ben, el símbolo de todo el país, estaba completamente oculto por un andamio horrible (que además iluminan de blanco cegador por la noche) de manera que lo único que puede verse, y solo por un lateral, es la esfera del reloj.  La decepción fue enorme.

Estado en el que se encuentraba el Big Ben y el palacio de Westminster en septiembre de 2018.

Seguimos de acuerdo en que los monumentos tienen que ser restaurados… pero ¿es necesario hacerlo de esta forma?

Escaleras del puente de Rialto (Venecia)
No es la primera vez que nos encontramos un monumento emblemático en reparación. Ya nos había ocurrido en Venecia (junio de 2016) cuando nos topamos con que un toldo gigante tapaba toda la parte frontal del puente de Rialto. Pero, en esta ocasión, aquel plástico llevaba impresa una fotografía a tamaño real del puente, y la restauración no impedía que pudieras subir sus escaleras, caminar por él y ver la otra cara, que sí habían dejado perfectamente visible para que los millones de turistas que acuden a la ciudad de los canales no se marcharan sin ver el famoso puente de Rialto y cruzarlo.


Aunque el puente de Rialto (Venecia) estaba en restauración en junio de 2016, los trabajos se
realizan en varias fases de manera que una de las caras o laterales siempre queda visible al público.

Se encontraba también en restauración la basílica de San Marcos en la misma ciudad, pero solo un lateral de la parte superior, porque el resto estaba al descubierto, para evitar que los visitantes se quedaran con la decepción de encontrarse un andamio en lugar del templo.

Podríamos todos tomar ejemplo de la forma en que rehabilitan sus monumentos en Venecia y, si no es posible hacerlo de esta forma, podrían informarnos más y mejor de qué lugares se encuentran en restauración y durante cuánto tiempo.

Después de la desagradable sorpresa de Londres, tomo nota de que antes de reservar un viaje debo comprobar que su monumento emblemático no se encuentre convertido en un andamio gigante.

Basílica de San Marcos en Venecia. Aquí también restauran
por fases y solo cubren una pequeña parte de la fachada.

6 comentarios:

Ángeles dijo...

Pues sí que debe de ser un fastidio y una desilusión. Como ya te comenté, a mí no se me ha dado ningún caso así en ninguno de mis escasos viajes, pero sin duda es conveniente, como dices, comprobar las posibles obras de restauración que haya en marcha antes de viajar a cualquier lugar.
Espero que en tus próximos viajes no te encuentres nada tapado.

Conxita C. dijo...

Hola MJ como ya te comenté tampoco vi la fontana aunque ni me percaté que no estaba porque solo vi que estaba tapada pero es que tampoco me quedé, ¿para qué? Ahora que te leía recuerdo que también coincidí con esa restauración del puente Rialto pero es cierto que en ese caso la restauración se hizo por partes y había la menos una que sí se veía.
Es difícil compaginar restauración y turismo y creo que actualmente no hay una época mejor que otra porque siempre hay viajeros que salen afectado. Al menos la opción de esos cubrimientos que se dibuje el monumento pues no me parece una mala solución y sobre todo informarse antes para poder variar el viaje.
Besos

MJ dijo...

Sí, Angeles. La desilusión es grande, pero en el caso del Big Ben (aunque en Londres haya muchas cosas que ver) fue un disgusto. Y todos los turistas que pasaban hacían gestos de estar tan disgustados como nosotras.
Comprendo que las cosas se tienen que restaurar, pero como comentaba, podrían hacerlo por caras, o por partes, y siempre habría algo que ver de ese icono.
Muchas gracias por tu comentario.

MJ dijo...

Gracias por tus impresiones, Conxita. Pues sí, ver una foto del monumento a tamaño real en la lona que lo tapa (como en el puente de Rialto) es un impacto menor a encontrarte un andamio, y yo me sentí muy agradecida cuando al pasar por el puente y ver la otra cara, ésta se encontraba al descubierto para que pudieras admirar sin problemas uno de los puentes mas famoso del mundo. Otros lugares deberían tomar nota y dejar una parte a la vista mientras rehabilitan otras.
Me parece muy mal que no informen de qué monumento se está restaurando. Actualmente (octubre de 2018) están arreglando la fachada de la magnífica catedral de León, por lo que el famoso rosetón está cubierto. ¿Me he enterado por el telediario o por las noticias de prensa en cualquiera de sus formatos? ¡No! Lo he sabido por la foto de un viajero que visitó León la semana pasada y colgó su foto en las redes sociales.

Elisa dijo...

Totalmente de acuerdo contigo.

MJ dijo...

Gracias, Elisa.

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