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sábado, 5 de marzo de 2011

Veletas


Esas enigmáticas figuras de metal que coronan las más variopintas edificaciones de todas las épocas y que quedan a merced del viento, tienen también su historia y su misterio. De un objeto práctico y tangible pasamos a algo simbólico. Las veletas portan sobre su figura una fuerte carga 
emblemática.

Las primeras veletas tuvieron un origen militar y se reducían a un banderín de tela que mostraba la dirección del viento a los arqueros.

La referencia más antigua que tenemos es la de la Torre de los Vientos en Atenas. El astrónomo Andrónico ordenó construir una torre octogonal que llevaba representados los vientos de los ocho puntos cardinales. La parte alta de la torre estaba coronada por la figura en bronce del dios Tritón que giraba sobre sí mismo señalando la dirección del viento.

Al principio, solo los nobles que habían conquistado una fortaleza y enarbolado su estandarte, tenían el privilegio de poseer una veleta, que normalmente llevaba el color de sus armas. De esos primeros banderines de tela, pasamos ya a las figuras de metal.  Más tarde ese privilegio desapareció pudiendo ser utilizadas por todas las clases sociales y adoptando las formas propias de la época o de los oficios.

En el siglo IX, el Papa decretó que debía exhibirse una veleta en forma de gallo sobre las iglesias, como símbolo de Cristo. Las nuevas construcciones lucieron la silueta del gallo; en los casos de mayor riqueza, optaron por recubrirla de oro; en las construcciones antiguas que ya poseían la típica veleta en forma de flecha, se limitaron a añadir el gallo sobre esta.

La veleta más famosa de España es el Giraldillo, en Sevilla. Es una figura de bronce de más de 3,5 metros de altura que porta una palma en una mano y un escudo en la otra, aunque representa el triunfo de la fe cristiana, está inspirada en Minerva.  En las fuentes documentales se cita como “El coloso de la Fe Victoriosa”. Fue subida al campanario de la catedral sevillana en agosto de 1568.

Y como las veletas están presentes en todos los ámbitos, también podemos encontrarnos una representante famosa en el deporte: la veleta de Forest Hills (Estados Unidos) que muestra un jugador de tenis, una jugadora y un 
árbitro girando en la dirección del viento.

6 comentarios:

Eva dijo...

Muy interesante lo que cuentas. Las veletas simplemente están ahí y nunca nos preocupamos por saber el origen de las mismas.

Ángeles dijo...

¡Qué interesante! Fíjate, yo siempre me había preguntado por qué las veletas típicas siempre tenían un gallo y una flecha, y mira por dónde me acabo de enterar. Gracias por la lección ;-)
Por cierto, el blog tiene un aspecto precioso.

MJ dijo...

Gracias a vosotras, chicas.

Anónimo dijo...

Es muy interesante lo que cuentas de las veletas y los antecedentes históricos que desconocía. Alessandro

Anónimo dijo...

¿Y por qué pusieron al pobre dios Tritón tan fuera del agua? ¿No era más lógico haber representado al dios Eolo? Sorprendente incongruencia de los clásicos.
carlos

MJ dijo...

¿Has visto? Yo también me hice la misma pregunta. Gracias por visitar esta entrada y dejarme tu comentario, Carlos.

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