Como ya contamos aquí, la serie Isabel tuvo una gran aceptación por parte del público español. En
ella se narraba la vida de Isabel de Castilla y los hechos históricos que se
precipitaron durante sus años jóvenes y su reinado.
Tras el éxito obtenido, se grabó Carlos, Rey Emperador. Esta serie
comienza con la llegada de un joven Carlos a España y cuenta los
acontecimientos históricos de su reinado.
Pero quedaba algo por contar. La ficción televisiva
pegaba un salto entre la muerte de Isabel y la llegada de Carlos a España
obviando la lucha de poder entre Fernando el Católico y Felipe el Hermoso.
Ambos se disputan el trono de Castilla ignorando a su legítima heredera, Juana.
Esta es la historia que narra la película La
corona partida que atrae al público fiel a la serie Isabel.
Con una cuidada producción, un impecable vestuario y
una ambientación excelente, el film narra todo lo que Isabel y Carlos, Rey
Emperador se dejaron en el tintero. Tres años en la vida de Juana, tres
años de penurias y degradación emocional.
La película pretende funcionar como pieza
independiente de la serie. Lineal y lenta en algunas ocasiones, su ritmo
narrativo es desigual. Aunque su calidad técnica es indiscutible, no ha
conseguido igualar a la serie y tampoco le ha beneficiado la fecha de estreno,
justo después de la finalización de Carlos,
Rey Emperador, cuando debería haber sido estrenada antes que ésta.